Tras la desgracia de perder todo en un incendio, la solidaridad encendió una luz de esperanza para la pareja de Juan Abelín (83) y Angélica Díaz (80). En un solo día, y después de que DIARIO DE CUYO contara su caso, recibieron más de 100 llamados de personas que se ofrecieron a ayudarles. Ropa, mercadería, camas y hasta el préstamo de una casa fueron algunas de las cosas que les ofrecieron. Esta situación les alegró el día a los abuelos, que no sabían cómo volver a empezar.
El incendio ocurrió el domingo a primera hora de la madrugada, en su casa del barrio Lebensohn, Chimbas. Juan y Angélica sobrevivieron gracias a que su nieto Francisco, de 4 años, los despertó para avisarles que la casa estaba quemándose. Ahí empezó el sufrimiento de los abuelitos que desde esa noche pasan las horas en el departamento de un nieto.
’No nos quedó ni ropa sana, todo está tiznado o quemado. Nos trajeron una caja con todos nuestros billetes quemados y mojados con el agua que arrojaron los bomberos. En la casa estaban nuestros sueldos y unos ahorros ($130.000). Ahora veremos cómo volver a empezar’, dijo Juan, el lunes cuando sólo habían pasado unas horas del feroz incendio. Sin embargo, ayer la realidad era otra: todos estaban más contentos, pues la solidaridad de los familiares, vecinos y hasta personas desconocidas les cambiaron la vida a esta familia. Ayer Alejandro, hijo de la pareja, contó que desde las 7 de la mañana su teléfono no paró de sonar. ‘Estamos muy agradecidos, sobre todo mis papás, que estaban desahuciados. La solidaridad de la gente les dio fuerzas y ayer hasta sonrieron cuando recibieron donaciones. A pesar de que a él -por su papá- no le gusta pedir nada, esta ayuda le vino bien‘, dijo, pues habían quedado sólo con la ropa que llevaban la noche del incendio. Según el joven, sólo durante la mañana recibió más de 100 llamadas. Dijo que su teléfono y el de un sobrino sonaban cada 5 minutos. ‘Hay muchos que llaman para traernos las cosas o para ver si nosotros podemos buscarlas, porque es gente que no tiene movilidad. Vamos a estar eternamente agradecidos a todos. Después de la nota del diario todos nos están dando una mano‘, agregó.
Ante esta alegría, Alejandro contó que la gente que llamó para ayudarles le ofreció desde zapatillas hasta algunos muebles. Esto, sumado a la asistencia que brindaron la Municipalidad de Chimbas y el Ministerio de Desarrollo Humano. Desde el Gobierno les ayudaron con la limpieza de la casa y posteriormente les entregaron camas, colchones, frazadas y tachos de pintura, para que empiecen a adecuar la vivienda. ‘Además de todo lo que nos trajeron nos dijeron que mañana -por hoy- vendrá una persona del municipio a ayudarnos a lijar la casa y después a pintarla, para que podamos volver lo antes posible‘, dijo el joven, que es el papá del nene que salvó a los ancianos.

