Dolor absoluto. Antonella Peñaloza se refugia en el pecho de su padre, Juan Antonio, para mitigar la terrible sensación por la muerte de su hijo, Sahir, de 2 años.

 

"Ya se había ido dos o tres veces antes el niño y los perros no le habían hecho nada. Quizás fue porque una perra había tenido cría hace poco", fue el único intento de explicación que esbozó Juan Antonio Peñaloza, el abuelo del pequeño Sahir Jeremías, de 2 años de edad, quien ayer falleció por las heridas que le produjo el ataque de una jauría que habita una finca ubicada a 50 metros de la vivienda de Peñaloza.

El repentino y lamentable suceso ocurrió ayer a la siesta. En el callejón Tello, de Marquesado, se ubica la casa donde vive Juan Antonio, su hija Antonella (20 años) y también Sahir, quien el próximo 10 de noviembre iba a cumplir los 3 años. A 50 metros, la finca apodada "Los abuelos", que habita un hombre y diez perros, según el abuelo de Sahir. Era un día más de rutina. "Fue todo en un instante. Eran las 14 y le llevé un mate a mi hija y charlamos de las cosas que tenía que hacer para la escuela. Voy a mi pieza y siento que abren la puerta y ahí salió el niño. Salgo a buscarlo pero me fui en un sentido y nunca atiné que él lo había hecho para el otro. Incluso veo a un niño que creía que era él, pero después me di cuenta que era el hijo de otro muchacho. Regreso para la casa y entonces vi para el otro lado a los perros. De lejos parecía que estaban jugando. Caminé hacia ellos, grité por primera vez y empecé a correr. Pero ya no se podía hacer nada. Sólo pude alzarlo y gritar por ayuda", describió Peñaloza.

El grito de ayuda fue escuchado por otro vecino que estaba trabajando en su casa. El pedido de auxilio fue respondido por la policía, que trasladó al niño y a su madre al Hospital Marcial Quiroga, pero Sahir no pudo resistir hasta que ingresaron al nosocomio, ni tampoco dieron los resultados deseados las técnicas de reanimación a un cuerpito que evidenciaba varias heridas en la cabeza y carne desgarrada en distintos sectores, especialmente la pierna derecha.

El deceso fue declarado a las 14,45 y es la segunda muerte en lo que va del año de una persona en San Juan debido al ataque de perros.

En un principio fueron 9 perros los que atacaron a Sahir en la propiedad intermedia entre la casa donde vivía el niño y la finca donde lo hacían los perros.

"Ninguno de los perros era de raza como el Dogo", aclaró en un par de ocasiones Peñaloza, evocando los ataques que ocurrieron el mes pasado (ver aparte).

Entre los seres cercanos que se acercaban a dar sus condolencias a la familia del pequeño Sahir, Nahuel Tejada no ocultaba su indignación por un hecho que él había advertido. "Además de los perros de la finca, hay otros en la casa de enfrente que son más malos todavía. No se podía andar en bicicleta por ejemplo. Yo siempre que pasaba por ahí debía espantarlos con piedras y ya les había dicho a los dueños que por qué los dejaba que anduvieran en la calle todo el día y recién a la noche los guardaba".

Vocero. Juan Antonio fue quien atendió la consulta de los medios de comunicación y también las preguntas de familiares y conocidos.

No importa la raza, sí el tamaño

Verónica Pérez, directora de Zoonosis del Ministerio de Salud Pública, afirmó el mes pasado a DIARIO DE CUYO que de los 61 casos de ataques de perros registrados hasta el momento en San Juan, casi todos fueron causados por animales de gran porte. "Quizás un caniche, por decir una raza pequeña, se enoja y ataque, pero no causa la misma lesión que un dogo. Por eso decimos que la gravedad de los casos tiene que ver más con el tamaño y la fuerza del perro, que con la raza", indicó la funcionaria.

"Del total de ataques que tenemos denunciados el sesenta por ciento son perros con dueño. Es decir, que fueron educados por alguien. Además, la mayoría de los casos se dan con perros grandes", agregó la funcionaria, quien entre otras cosas dijo que es importante adquirir perros pequeños cuando hay niños en la casa, pues los chicos son los más vulnerables.

En tanto, el veterinario Mariano Agudo remarcó que además del tamaño es muy importante la crianza de las mascotas. "El trato que recibe un perro es fundamental. Yo tengo pacientes que son pitbull o rottweiler y son buenísimos. Hay que enseñarles a los perros desde que son cachorros y hay que enseñarles a los niños que no hay que molestarlos en momentos como cuando comen".

 

Supongo que una perra con cachorros se alteró y lo atacaron todos los otros perros. JUAN ANTONIO PEÑALOZA – Abuelo

"Cuando pasas por ahí, los perros te salen a atacar de un lado y del otro. Da miedo pasar".
NAHUEL TEJADA – Amigo

 

Antecedentes cercanos

 

Anciana de 97 años fallece 20 días luego de ser atacada

Tras permanecer 20 días internada, el pasado 29 de agosto murió Antonia Guevara, la anciana de 97 años que había sido atacada por un perro pitbull en la casa donde residía, en el Barrio Santa Rosa, en Desamparados, Capital.

Por el ataque, en el interior de la vivienda, la mujer había quedado muy malherida, con una fractura expuesta en el brazo izquierdo, tejidos desgarrados en ambas extremidades superiores, además de cortes en la oreja izquierda y en la pierna derecha.

 

El padre salva de lo peor a niño de 4 años atacado en la calle

El sábado 10 de agosto, cerca del mediodía, sufrió el ataque de un pitbull un nene de 4 años, al que debieron suturarle el rostro y los labios con puntos, además de curaciones en una de sus manos en la cual perdió parte de un dedo.

El chico había llegado con su papá en moto hasta un comercio de calle Laprida en el interior del barrio Aramburu, Rivadavia, cuando lo atacó un pitbull mientras esperaba que su papá estacionara. El propio progenitor y vecinos rescataron al niño de lo peor, indicaron.