San Juan, 12 de junio.- Como todas las noches, Mariela Escudero comenzó a preparar la cena para su familia. Tenía el pollo listo en la olla, abrió la botella de salsa, se la colocó y vio algo negro entre medio. Cuando se acercó descubrió algo que le puso la piel de gallina: la salsa tenía una vinchuca.

“La verdad, no voy a comer salsa nunca más en vida. Ni bien vi la vinchuca la saque para tenerla como prueba y tuve que tirar toda la comida”, contó la mujer.
Hoy, con la botella de salsa elaborada en Rawson en la mano, Mariela se presentó en la Dirección de Bromatología. “Me dijeron que no saben si pueden tomar mi denuncia porque el frasco está abierto. Pero la vinchuca no se veía desde afuera, ¿cómo iba a saber yo que estaba ahí?”, contó la mujer. Y dijo que desde el organismo le pidieron que regrese el lunes para ver qué hacen.

Por otra parte, Mariela se dirigió a Defensa del Consumidor. Pero le explicaron que no pueden hacer nada hasta que no le tomen la denuncia en Bromatología.