�Eduardo Barcesat es uno de los hombres de la Justicia más cercanos a la Casa Rosada que coincide ideológicamente con el Gobierno. Barcesat apoyó y defendió la reforma judicial que impulsó CFK que, entre otros puntos, incluyó la elección popular de los miembros del Consejo de la Magistratura y que terminó declarando inconstitucional la Corte Suprema.
La cercanía con el Gobierno llevó a que el Poder Ejecutivo lo designe conjuez de la Cámara Federal de Casación Penal, el máximo tribunal penal del país después de la Corte. La lista de conjueces fue elaborada por el Gobierno y Barcesat la integra con un grupo selecto de allegados al poder, entre ellos Martín Magram, abogado de Amado Boudou y Alan Iud, letrado de Abuelas de Plaza de Mayo.