Aparte de Mike Tyson, que ganó y dilapidó una fortuna de 300 millones de dólares, son muchos los deportistas que pasaron de la gloria a la ruina sin estaciones intermedias. Algunos, hasta sorprendentes como el del basquetbolista Scottie Pippen que hace algunos meses anunció que estaba en bancarrota. En la NBA se hizo un estudio mediante el cual se llegó a la conclusión de que en lapso de 5 años, el 60 por ciento de sus jugadores perdía la mayor parte de lo que ganó en las canchas. En el boxeo Evander Holyfield y Riddick Bowe, ex campeones mundiales pesado como Tyson y en el fútbol, el inglés, Paul Gascoigne, que perdió 14 millones de libras esterlinas, son los casos más recientes equiparables con los de Tyson.
