Pese a haber sido autorizados a reabrir sus puertas el 4 de junio, los dueños de bares, restaurantes y cafés siguen en una situación critica sin precedentes y temen que el coronavirus se los lleve puestos. Sabían que la "nueva normalidad" no iba a ser fácil, pero confiaban en que iba a ser un poco mejor. Lo cierto es que a dos semanas de la reapertura de locales, apenas han logrado recuperar el 20% de la actividad previa a la cuarentena, y dicen van a sucumbir si no mejora la situación.
Incluso las autoridades de la Cámara de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Afines de San Juan agregaron que si los locales del sector no resultan beneficiarios de la Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) correspondiente a la ayuda salarial del mes de junio, que se paga en julio; estiman que el 80% de los negocios terminarán bajando las persianas. Ya hay al menos 14 o 15 locales de los más afamados que sucumbieron ante la crisis y no volvieron a abrir (ver abajo).
Según la Cámara en San Juan existían hasta antes de la cuarentena unos 130 locales gastronómicos, que reúnen unos 3.200 empleos. Todos hasta ahora han venido aguantando el tirón con la ayuda nacional para pagar salarios. A nivel nacional se acordó pagar sólo un 75% del sueldo, del cual el 50% vino a través de ATP y el 25% lo absorbió el empresario. Pero el escenario que se plantea a partir de ahora, dicen que es dramático, porque la administración nacional no prevé pagarlo como subsidio en las provincias donde ya volvió la actividad, como es el caso de San Juan. "Viene mal la tendencia", dijo ayer Luis Tallara, vocero de la entidad, y contó quiénes están mejor y peor en esta nueva etapa: la actividad de lomotecas y el servicio de mesa en restobar, que ofrecen comidas rápidas y con alta demanda de jóvenes, viene en ascenso muy moderado, al igual que el delivery y la modalidad de take away. También hay más gente que se anima a sentarse a tomar un café o un helado. Pero los grandes perdedores son los restaurantes y parrillas. Tallara dijo que van a pedir al Gobierno que los autorice a abrir una hora más, aunque sea los viernes y sábados, porque es muy limitante el horario actual: están autorizados dos turnos, desde las 20 a las 24 horas, de miércoles a sábados -y los domingos cuando toca un feriado largo- y se quejan que a las 20 son pocos los sanjuaninos que van a cenar. A eso se suma la reducción del 40% de la capacidad de ocupación del local, al tener que respetar la distancia entre las mesas, para cuidar el distanciamiento social. En la Cámara están preocupados porque el poco movimiento no les alcanza para subsistir, y añaden que los únicos que pueden tener una rentabilidad adecuada son los que tienen locales más grandes. El momento del año tampoco ayuda porque no es época de comer afuera, salvo al mediodía, pero el sanjuanino no sale tanto a almorzar. Rubén Miadosqui, representante del sector gastronómico dentro de la Cámara mencionada, contó que la última semana salieron a recorrer los locales del rubro y la conclusión es la misma: está costando que la gente salga. "Unos por miedo y otros porque no tienen plata", dijo el empresario. "Estamos muy preocupados, si no conseguimos una inyección de dinero, muchas persianas van a seguir bajando", explicó. En la entidad informaron que junto a la Defensoría del Pueblo están realizando presentaciones ante empresa de servicios -electricidad, telefónicas, gas- para recibir alivios en las facturas. También hay acciones por los alquileres.
- La cena en "casas transparentes"
Una original iniciativa ha implementado un resto sanjuanino para que los comensales cenen en su local sin miedo a los contagios por el Covid-19: las mesas están dentro de casas transparentes, para que puedan comer desde dos a cinco comensales en cada una. En el patio de Rocco, Ruben Miadosqui, copió la idea de un restaurante de Ámsterdam e instaló 11 casas de estructura metálica y policarbonato, calefaccionadas. Dos de ellas son para dos o tres comensales, y el resto pueden albergar hasta cinco. Cuentan con puerta y ventanas, por donde los mozos entregan la cena, y en la puerta tienen una perilla que se enciende para llamar al mozo. La seguridad sanitaria se completa con platos, cubiertos y vasos envueltos en bolsas de nylon, no existe el salero sino que todos los aderezos están ensobrados. La tarjeta de crédito la pasa el cliente en el posnet que le acerca el mozo por la ventana. El menú es fijo: punta de espalda a la llama, con ensalada y postre, y una botella de vino incluida en el precio.
Puestos laborales
3.200 son los empleos en el sector gastronómico sanjuanino, que se encuentran en riesgo por la crisis económica.
Deudas en los hoteles
Desde la Cámara hotelera se quejaron de acumular grandes deudas por alojar a los ciudadanos que hacen cuarentena obligatoria en San Juan. El Gobierno ordenó que toda persona que ingrese a la provincia debe aislarse en los establecimientos como prevención para evitar la circulación del virus. Pero en la entidad dicen que la gente llega obligada, sin plata ni tarjetas; y al terminar el aislamiento de 14 días se va firmando un documento sin pagar. Otro drama es el costo de las habitaciones, que no es igual para todas. "El gobierno debe instrumentar un pronto pago", dijo Luis Tallara, quien agregó que algunos acumulan deudas de 200 y 300 mil pesos. La entidad también denunció que la provincia no se hace cargo de los residuos de alojados con Covid 19 y los empresarios no saben qué hacer con ellos. Plantearon que debería recogerlos una empresa especializada, como en los hospitales.
Acuerdo San Juan
La Cámara de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Afines de San Juan se quejó de no haber sido convocada aún al acuerdo multisectorial convocado la semana pasada por el Gobierno. "Queremos estar para discutir cómo vamos a reactivar al sector", dijo Luis Tallara.
> Muchos "clásicos" ya dijeron adiós
Da pena, pero ya no será posible sentarse a compartir un café o cenar en muchos de los tradicionales locales gastronómicos sanjuaninos. Al histórico café Freud, que estaba abierto las 24 horas frente a la Plaza 25 de mayo desde hace 26 años se sumaron otros como el Café Soppelsa en la galería Estornell, el Café Vargas, el Café Montilla, Café La Pausa y Sandwich 4. ""En unas pocas cuadras tenés seis locales sumamente clásicos y ninguno ya existe", lamentó Gustavo Platero, otro referente del sector.
Los restaurantes y lomotecas también están sucumbiendo. Es el caso de Puerto Madero, que estaba ubicado en la avenida Libertador; de Cipriano lomos, de calle España, antes de llegar a Ignacio de la Roza, al frente del Centro Cívico. Tampoco volvió a abrir sus puertas tras la cuarentena el restaurante Tizziano, en la zona caliente de la Libertador; la parrillada Los Juanes, la lado del puente Oeste de la Circunvalación. En Rivadavia y Salta cerró Cervecería Beer y también bajo las persianas el restaurante Amapola, en Paula Albarracín, una cuadra antes de llegar a Ignacio de la Roza. Dicen que hay más que se sumarán próximamente.