Fue el 2 de junio de 2005. La cortina musical del programa mientras era presentado por Marcelo Tinelli era el comienzo de ‘Así habló Zaratustra’, el poema sinfónico del alemán Richard Strauss que se volvió popularmente masivo cuando formó parte de la banda de sonido de la película ‘2001: odisea en el espacio’.
Las brillantes luces del estudio a Orlando Ruiz Herrero no le quitaron su espontaneidad y saludó al conductor televisivo, haciendo ruiditos con la boca y apretándole suavemente una oreja, como si fueran viejos conocidos. Y entonces mostró ante las cámaras lo que sabía hacer desde niño y que divirtió incluso a compañeros de planteles de fútbol. Bebió velozmente dos litros de agua y pudo expulsarlos, a voluntad, por la boca, ‘controlando’ su diafragma. Era la presentación del ‘Hombre Dispenser’ en el segmento ’30 Segundos de Fama’, que terminó ganando, y el inicio de la odisea en la televisión de Orlando, que llevó a su personaje a ser uno de los más conocidos de la provincia.
Recientemente se cumplieron 15 años de aquella presentación y mucha agua pasó debajo del puente. Dijo que espera que se autorice una pensión que tramitó luego de la intervención quirúrgica que se sometió por un infarto que sufrió hace 3 años y mientras tanto ayuda a su hermano en una lomoteca y también vende cosméticos. “Disfruto el día a día, a mi familia, desde mi madre a mi nieto. El médico me dijo que estoy bien de salud y trato de estar bien con los seres queridos”.
Orlando recordó que se enteró que el 22 de mayo de aquel 2005 se realizaba un casting en San Juan para el programa de Tinelli y fue un hermano, Julio, quien le sugirió que hiciera el truco que lo hizo famoso. “Estaban enloquecidos. Cuando viajamos a Buenos Aires, me dejaron para el último. La tribuna estaba llena y el estudio era impresionante. Cuando se contaban los votos, seguía expulsando agua. Y así fue que gané. Cuando regresé a San Juan me recibieron y anduvimos en caravana”, evocó el hombre que empezó a saber lo que era que lo saludara gente que no conoce.
“Fui para participar. Yo decía que alguna vez iba estar en el programa de Tinelli, que para mí es un monstruo, un ídolo. Se cumplió ese deseo y que me llamaran otras veces para hacer reír a todo el país, para mí es impagable”, aseguró el hombre que el pasado 30 de mayo cumplió 64 años. Y valora tanto ‘el éxito’ en la pantalla chica que tuvo, superando aquellas expectativas iniciales, que le gana en la comparación a otra faceta de su vida que también puede repasar con lujo de detalles: su etapa como arquero de fútbol, que duró más de 10 años en la primera local. “Siempre me gustó alegrar a la gente. En el fútbol, me gustaba atajar nada más”, afirmó.
Un sobrino le dijo alguna vez que vio a un sudafricano que también puede hacer el show y es el únic antecedente que conoce. Cuando regresó de su debut televisivo dijo que tuvo presentaciones esporádicas. Las que recordó porque le puso la “piel crespita” por la cantidda de gente que coreó su nombre fue cuando apareció en la previa de un partido en las canchas de Desamparados, Colón y de Peñarol y en un recital de Attaque 77. Agregó que también se emociona cuando lo llamaron para shows a beneficio y que nunca rehúye a un chocolate para el Día del Niño.
Por supuesto que en cualquier presentación lo acompañará su bicicleta decorada con los colores de Boca (y en San Juan de Colón, club del que también es fanático confesó), fotos, bocina, su habitual medio de transporte.
Contó que si es cierto que Tinelli piensa en regresar a los anteriores formatos, confía en un nuevo llamado para el año que viene. Pero no se desespera. Fue otras tres veces a programas de la productora de Tinelli, Ideas del Sur, y su mamá también fue invitada en una ocasión. No la pudo acompañar porque estaba recuperándose del ataque al corazón. “Hace dos meses me hice los últimos estudios y dieron bien. Agradezco a Dios que puedo seguir disfrutando de mi madre y de toda mi familia”, reiteró.