Cuajado en la cantera futbolística del Deportivo La Estrella, en el corazón de San José de Jáchal, Cristian Pérez tuvo un primer intento en 2003 para entrar en la vida de Desamparados. Jugando la Copa de Campeones para Argentinos de La Florida, el goleador fue figura en un partido de la fase clasificatoria frente a Campo Afuera en cancha de Paso de Los Andes. Lo vieron desde Sportivo, más precisamente Domingo Rosas Arnáez, y se lo pusieron a consideración del entonces DT puyutano, Ricardo Dillon. No le abrieron las puertas y empezó el derrotero hasta encontrar en Sportivo Peñarol el lugar para explotar en el fútbol capitalino. Eso sí, en 2000, San Martín no lo tuvo en cuenta. Atlético Alianza lo tuvo en ese 2003 pero no lo utilizó, se fue a San Martín de Rodeo y allí lo fue a buscar Peñarol. Lo trajeron, armaron un equipo en torno a él y Cristian respondió con lo suyo: goles. Fue refuerzo de Trinidad en el Argentino B, luego se fue a Argentino de Mendoza y después de un pobre segundo semestre en 2008, llegó a Del Bono. Ahí, en el Bodeguero volvió a ser Pérez. Tanto que Alianza, que hacía 6 años atrás lo había despreciado, lo llevó como refuerzo. No fue bueno el final de su relación con el Lechuzo y ahora, Desamparados es su presente.
