El canto del Himno en Ischigualasto marcó un antes y un después en el lugar, donde nunca se había congregado tanta gente junta, unas 600 personas, la mayoría técnicos, y donde se montó un espectáculo que fue sólo para 4 minutos, pero que necesitó de una monstruosa tarea logística. Lo que se vio anoche fue íntegramente pensado para televisión, para su exhibición en cadena nacional en el minuto cero del Bicentenario.
El sonido fue especialmente diseñado para no afectar el parque y requirió varios estudios previos. Estuvo desdoblado en dos instancias: el del lugar y el que salió por tevé, previamente grabado por los mismos intérpretes hace unos días. El domingo por la noche, durante el ensayo general, el coro y bandas grabaron una versión en el lugar, para que quedara de respaldo, por si fallaba algo en la televisación.
Lo más importante fue dotar de energía al lugar, para lo cual se llevaron 6 grupos electrógenos, alimentados por unos 1.000 litros de gasoil, suficientes para iluminar todo Valle Fértil durante dos días, según dijo Salvador Pes, quien junto a Hugo Di Bernardo armaron una parte de la logística al servicio de la Secretaría de Turismo y la coordinación de Dante Elizondo. Rogaban que no lloviera, para evitar cortes de luz.
Al lugar llegaron 3 móviles de Canal 7 y un equipo de una productora de respaldo, la misma que transmite Fútbol para Todos y eventos como la entrega de los Martín Fierro. El director, Fabián Agüero, contó que todo está cronometrado pero la transmisión no fue guionada, sino que él armó lo que se vio, "ponchando" en la pantalla las mejores tomas, según su criterio acompañando el ritmo de la canción patria lentamente y con imágenes de no más de 15 segundos, que le dieron las 5 cámaras del lugar, dos de ellas fijas, dos a hombro y una en grúa. Debía coordinar también colar algo de sonido ambiente, que prodigaban más de 40 micrófonos dispuestos estratégicamente.
La gente que construyó los mangrullos para el palco y de las luces empezó a trabajar hace 10 días. Allí se pusieron sofisticados equipos para dirigir la iluminación y el sonido, y se dispusieron 400 sillas para el público, cuyos emocionados rostros ganaron los primeros planos.
El video que se exhibió en la roca lo hizo GHM Producciones y se basó en los conceptos del Himno. Hace un mes iniciaron la producción, que requirió un trabajo de mapping adecuando la proyección a la fisonomía de la roca, por ejemplo, acomodando milimétricamente los proyectores a la distancia deseada, según dijo Gustavo Muñoz.
La iluminación estuvo a cargo del reconocido Jorge Pastorino y Rolando García Gómez dirigió la artística de la previa, un show de folklore que salió desde las 23 por los canales de tevé provinciales, antes de enganchar con cadena nacional a medianoche.
Muchos de las docenas de técnicos que trabajaron en el lugar se quedaban varias jornadas hasta la madrugada ajustando cables y acomodando reflectores.
En el lugar se dispuso un campamento, con unas 5 casillas donde la Dirección de Telecomunicaciones puso teléfono satelital e Internet para urgencias, 15 baños químicos y una gran carpa para albergar unas 400 personas. Allí se dispusieron 350 sillas para los descansos y para guarecerse del frío. Allí, el catering Los Robles les sirvió una carbonada calentita el domingo por la noche y anoche, locro criollo, preparados in situ.
Hubo un especial cuidado con la preservación del patrimonio de la humanidad, supervisado por la Subsecretaría de Medio Ambiente y los guardaparques. A los presentes les pedían que no tiren cosas en el lugar y que tuvieran cuidado con la vegetación.
Cerca del Submarino se montó un estacionamiento para 100 autos, con control de acceso riguroso de Gendarmería Nacional. Los vallistos que asistieron llegaron en su movilidad propia hasta la puerta del Parque y luego fueron transportados en 10 combis especiales que contrató el municipio, hasta el escenario.
Todos estuvieron seguros, con la presencia de Bomberos, una ambulancia y un grupo de primeros auxilios, más 10 matafuegos en el lugar.

