El estadio Hilario Sánchez tomó vida. Volvió a llenarse de color luego de mucho tiempo y la excusa ideal fue el amistoso entre San Martín y Godoy Cruz. En los siete amistosos que se habían jugado antes en Concepción, el público había sido escaso, pero ayer y pese a que fue la primera vez que se cobró entrada ($10) -los socios ingresaban gratis-, cerca de 3.000 personas fueron a ver al equipo de Hrabina.

El aliento fue poco, y sólo el clásico canto en contra de Godoy Cruz apareció cuando el Flaco Sánchez anotó el único gol del partido. Mientras que uno de los más aplaudidos fue Luis Tonelotto, al momento de ser reemplazado.

La popular Norte y la platea Este fueron los lugares donde se congregaron los fans, quienes, debido al fuerte calor y al potente viento zonda, terminaron con el torso desnudo y su remera en la cabeza.

“Es bueno que los muchachos no se dejaron influenciar por la gente”, dijo Hrabina tras el juego. Y así fue, las 3.000 almas, querían ver al nuevo Verdinegro y ayer dieron el presente.