Antes de dar su veredicto, Trigo pidió perdón y, quebrado en llanto, dijo que ya pagaba su castigo. ‘A los familiares de Gisela les pido perdón porque nunca tuve intención de matarla… escuchaba los años que me piden… pero yo mi condena la estoy pagando desde que la vi ahí sin poder hacer nada. Tengo vergüenza de ver a mi madre a la cara y a mis hijos, para pedirles disculpas’, dijo Trigo, quien aclaró que alguna vez tuvo la intención de mandarle una carta a la familia de la víctima disculpándose pero no lo hizo porque creía que eso entorpecería el proceso. ‘La condena ya la tengo, no puedo estar calmado porque todo el día tengo esa imagen y no puedo dormir pensando por qué se me escapó el tiro, porque esa vez pudo haber más víctimas. Con esto se me fueron muchos sueños, hice mucho daño, a Gisela, a la familia de ella, a mis hijos porque les quité la posibilidad de tener un padre con trabajo seguro y porque cuando salen a la calle les dicen que son hijos de un asesino’, se lamentó Trigo. Del otro lado, los Bazán estaban indignados con el fallo, pues esperaban que a Trigo le dieran un mayor castigo.
