Caballero, que estuvo cuatro días combatiendo en Malvinas, ahora es peluquero en la Escuela Hogar. Además de tener un salón propio de peluquería, no oculta su orgullo de haber ganado varios torneos nacionales moviendo tijeras. Su vida después de la guerra tuvo momentos soleados y nublados: entre ellos, la muerte de una hija de 17 años. Leandro, que tras estar 4 años en Malvinas siguió colaborando desde Río Grande, integró la Infantería de Marina de la Armada entre 1980 y 1993. ‘Cuando nos dieron la orden de pisar Malvinas pasé toda la noche sin dormir por la ansiedad. Recuerdo cuando veía a la distancia las luces de Malvinas, antes de que desembarcáramos. Era un color amarillo: como ver el sol de noche’.