La muerte de dos mujeres en el Hospital Rawson por la falta de camas en el servicio de Terapia Intensiva puso en evidencia las dificultades que existen para lograr la derivación de un paciente a tiempo a una terapia privada. Ante esta situación, el ministro de Salud, Oscar Balverdi, explicó cómo funciona el sistema y sostuvo que "demasiada buena voluntad" tienen los sanatorios y clínicas para seguir recibiendo derivaciones del hospital cuando el pago por ese servicio demora años en hacerse efectivo.

-Desde el Instituto Médico dijeron que no recibieron a las pacientes del hospital por la falta de pago de derivaciones anteriores. ¿Existe esa deuda?

-Seguro. Hay cientos de expedientes de derivaciones hechas hace años y que todavía no pagamos. Y no por la falta de recursos, sino por cuestiones burocráticas y la falta de un convenio que nos permita contratar el servicio de terapia privado. Por burocracia se pone en riesgo la vida de la gente.

-¿Por qué se da esta burocracia?

-Porque la provincia tiene una Ley de Contabilidad que tiene 50 años y que nadie quiere modificar. Prevé una vía de pago llamada reconocimiento de gastos, para todo gasto que no esté contemplado en el presupuesto, el cual debe informarse, explicando el porqué, el cómo, el cuándo y en qué circunstancia se hizo. Ahí empieza el calvario cuando se trata de una derivación de pacientes. Se abre un expediente en Contaduría General de la provincia que, por cualquier error, vuelve a quien lo inició y así hasta que esta repartición considere que está todo bien para autorizar el pago, lo que puede llevar años. Acá tengo uno del 2005 que ya está listo, pero ahora le ponen que se debe refoliar y, por lo tanto, ordenar las 227 páginas que tiene y esperar más tiempo todavía para pagarle a la clínica. Demasiada buena voluntad tiene la parte privada de seguir recibiendo pacientes cuando los insumos los tiene que poner hoy y no dentro de cuatro años, cuando nosotros recién le paguemos.

-¿Por qué no hay un convenio?

-Acá viene lo más ilógico del tema. Contaduría General de la provincia sostiene que, por ejemplo, tal o cual sanatorio o clínica privada con terapia no se puede contratar porque su director también trabaja a nivel público. Pero no estamos contratando al director, sino a la institución. Así de cortito. ¿Quiere algo más inexplicable? Cuando uno va y pregunta por qué suceden estas cosas, te contestan que es una cuestión de criterios. La salud de las personas no se maneja por criterios. Es un pobre médico o enfermera el que está tratando de salvarle la vida a un paciente, y no pensando en criterios.

-¿Es habitual la derivación de pacientes a la parte privada por falta de camas?

-Bastante, por las pocas camas que hay en Terapia. Afortunadamente en el hospital nuevo la terapia para adultos tendrá 24 camas. Además, vamos a implementar dos camas más en la terapia actual, y habilitaremos una terapia con 6 camas en el Hospital Marcial Quiroga.

-¿Cuánto hay que esperar para eso?

-Para la nueva, hasta que se construya la fase tres del nuevo hospital Rawson donde va a instalarse. Y para las camas de la terapia actual y la del Marcial Quiroga, ya tenemos todo el equipo listo. Pero falta que Infraestructura se haga cargo de acondicionar el espacio físico. Espero que aceleren el tema.