Después de haber estado 22 días recorriendo Europa y de participar en 3 misas ofrecidas por el Papa Benedicto XVI, Ana Paula Zabala, Reina Nacional del Sol, regresó a San Juan. La soberana participó en la XXVI Jornada Mundial de la Juventud, que se desarrolló en Madrid, España, y además recorrió Francia e Italia. Trajo anécdotas, buenos recuerdos, emociones y hasta una valija repleta de ropa que compró. Ayer compartió su experiencia en una entrevista.
-¿Cuándo regresaste a San Juan?
-Volví ayer -por anteayer-. Llegué antes que el resto de los chicos con los que viajé porque mi familia estaba desesperada por verme. Fueron a buscarme directamente al aeropuerto de Mendoza y me trajeron en auto.
-¿Qué es lo que más te gustó del viaje?
-Los mejores lugares fueron Venecia y Barcelona. Son impresionantes, guardan mucha historia y los paisajes son increíbles. Pero sin dudas lo más impactante fue haber visto de tan cerca a Benedicto XVI. Me colé y estuve a 50 metros del Papa en la misa de apertura, una de las 3 que ofició y en las que yo participé. Cuando lo vi tan cerca, se me puso la piel crespita.
-¿Cómo hiciste para llegar tan cerca?
-Parecía imposible, había 3.000.000 de jóvenes de todo el mundo. Quienes estaban adelante habían pasado noches esperando. Yo llegué sólo 3 horas antes, pero de a poco me fui metiendo entre la gente y, con otras 5 chicas, quedamos al lado de la baranda. Estaba tan cerca que casi no tenía que usar el zoom de la cámara para sacarle fotos al altar.
-¿Qué imagen te quedó de él?
-Yo pensaba que era una persona muy seria, fría. Pero después de que escuché cómo nos habló y cómo agradeció que estuviéramos ahí, me di cuenta de que es muy cálido.
-¿Tuvieron algún problema con el hospedaje?
-No, en España tuvimos que dormir en bolsacamas, en un club. Pero sabíamos que iba a ser así. Y durante la vigilia de la última misa todos dormimos a la intemperie, en bolsacamas, en un aeropuerto. Lo más complicado fue que había tormenta y llovía. Por suerte, paró y pudimos dormir.
-¿Esa fue la peor parte del viaje?
-Dormir así fue sacrificado. Pero fue tan gratificante escuchar al Papa, que valió la pena.
-¿Compraste algún recuerdo religioso?
-Sí, cuando fui a la misa tenía el bolso lleno de rosarios bendecidos por el Papa, que había comprado para mi familia y mis amigos. Y en las misas, el Papa bendijo todos los rosarios que tenía el público, así que están bendecidos 4 veces.
-¿Te compraste otras cosas?
-Compré muchísimos regalos para mi familia y mi novio. Es que es la primera vez que viajo sola y me daba mucha impotencia no poder compartir con ellos lo que estaba viviendo, por eso les compraba cosas. Además, me traje una valija llena de ropa de verano. Así que ya tengo las últimas tendencias de la moda en mi placard.
-En un viaje tan largo te debe haber pasado muchas cosas. ¿Tenés alguna anécdota?
-Lo más raro y gracioso me pasó en Florencia, en Italia. Estaba parada y se acercó un hombre. Me agarró la mano y me puso un puñado de maíz. De golpe, quedé cubierta de palomas. Me asusté, pero comieron y se fueron. ¡Después el hombre me quería cobrar 10 euros!
-¿Se los pagaste?
-¡No!… me fui corriendo. Mirá si encima de que casi me mata a palomazos, le iba a pagar…
-¿Tenías ganas de quedarte más tiempo?
-En general, fue todo muy lindo. Pero al final quería volver. Ya no me interesaba ningún lugar, quería ver a mi familia.
-Ahora vas a disfrutarla.
-No tanto. Mañana -por hoy- me voy a Chile. Me invitaron a una feria en La Serena. Ahí voy a estar 4 días promocionando la provincia y la Fiesta Nacional del Sol. Estoy cansada, pero soy la única Reina argentina que asistirá, así que no puedo decir que no voy a ir. Cuando vuelva, me voy a quedar con mi familia.

