"Nunca voy a olvidar la sensación. Me desperté pensando que todavía no entraba al quirófano. Miré hacia abajo y vi la nueva figura de mi cuerpo. Me sentí muy feliz", dice Marilina de la Fuente.

La mujer tiene 36 años y hace 8 meses se sometió a una operación en la que le colocaron los implantes mamarios. Cuenta que está muy feliz por su decisión y que la seguridad que siente hizo que mejoraran muchos aspectos de su vida.

‘Siempre tuve poco busto, pero no me decidía a operarme. Después de tener a mi segundo hijo, que hoy tiene 1 año, una mama me quedó muy deteriorada. Eso me convenció. Ahora, gracias a la operación me siento más segura y plena‘, dice la mujer.

Marilina se colocó una prótesis de 325 centímetros cúbicos en una mama y una de 375 en la otra, ‘para que quedaran simétricas‘, cuenta. Dice que el post operatorio fue molesto, pero que la felicidad de ver su cuerpo equilibrado hizo que no sintiera dolor.

‘Es fundamental tener el apoyo de la familia. A mi me acompañaron mi hija de 14 años, mi marido y mis padres. En esas condiciones y si están seguras, les aconsejo a las mujeres que se sientan mal con su cuerpo que se animen a operarse‘, confiesa.