Ante la pérdida de memoria, hace más de 30 años, había que resignarse “como con las arrugas” ya que se pensaba que las neuronas no se recuperaban, dijo Silvia Moos, bioquímica y directora de Klik Mental Fitness. “Pero el avance de la ciencia descubrió la neuroplasticidad de la células nerviosas, lo que permite actuar sobre los circuitos neuronales”, aseguró. La especialista explicó que “después de los 20 se produce una `poda neuronal` porque la naturaleza no mantiene más lo que no usa, por una cuestión de economía”. “La energía que pasa de neurona en neurona se redistribuye como parte de un proceso natural, pero los circuitos que se dejan de usar, se aflojan y se sueltan, se desconectan”, precisó. Ese fenómeno, y el stress, provocan todo tipo de síntomas como olvidos, confusiones y la falta de velocidad para responder a situaciones nuevas, explicó. De niños “estábamos abiertos a todo, todas las vivencias son nuevas, pero con los años la exposición a la novedad disminuye. Es cuando -en plena adolescencia tardía- uno elige lo que va a hacer en la vida: el proceso de la mente es cada vez más selección y descarte, porque la naturaleza no derrocha energía, la redistribuye”, explicó Moos. “Y el cableado de neuronas que no usa, por economía, no los mantiene, se empiezan a aflojar”, añadió.
