Parado en la puerta de la casa de Caucete que le prestaron para vivir con sus hijos, Carlos Riveros, el papá de los 3 niños que fueron encontrados sucios, golpeados y con sarna, contó que luchará por sus hijos, que buscará ayuda, trabajará más para darles una vida mejor y que quiere que los chicos se queden con la mamá (de la que actualmente está separado). Eso, a pesar de que confió que fue él mismo quien hizo la denuncia al 102, por la que él y la mamá de los chicos, Lorena Molina, terminaron presos. Contó que lo hizo porque ella los maltrataba, aunque comentó que no les pegaba sino que “les gritaba mucho”. Mientras tanto, los niños de 11 meses, 2 y 4 años siguen viviendo en un hogar y la decisión de con quién se quedarán está en manos de la Justicia de Menores.
“Quiero que mis hijos estén bien y con su mamá, porque ella tiene derecho de estar con los niños y ellos tienen su apellido. Quiero empezar de nuevo. Voy a hacerles el documento, voy a intentar cobrar la asignación y voy a trabajar más para darles lo que necesitan”, comentó Riveros y contó que ahora deben irse de la casa en la que vivían, porque el dueño de la finca ya no quiere que estén ahí. Al respecto dijo que “yo tengo unos palos y voy a pedir a la Municipalidad -de Caucete- que me den unos nylons para hacer una casita. Voy a buscar un espacio en cualquier finca, a la orilla de la calle. Eso para que vivan ellos con su mamá. Yo no tengo problema si no tengo casa, ya soy grande, pero quiero que ellos estén bien, que vayan a la escuela, porque yo no pude ir y no quiero que anden en las fincas trabajando como yo, quiero que estén mejor”.
Mientras tanto, la madre de los menores, a quien ya le sacaron otros 3 niños mayores y que como Riveros fue liberada ayer después de haber estado detenida por la Justicia Correccional acusada de lesiones leves contra sus hijos, permaneció adentro de la casa de adobe. A través de su marido, dijo que no quería hablar. “Ella no quiere decir nada. Pero yo le expliqué que, aunque estemos peleados, es mejor que luchemos los dos juntos por los chicos, si no, no vamos a conseguir nada”, contó Riveros.
Según el hombre fue él mismo quien denunció a su mujer el martes pasado por la tarde noche, porque maltrataba a los chicos. “Ella no les pegaba a los chicos. Estaban golpeados porque se caen seguido. Lo que sí hacía era gritarles cuando hacían algo mal. Por eso me cansé y llamé al 102”, relató el hombre. Y confesó que “por un lado estoy arrepentido de haber llamado, porque extraño mucho a mis hijos. Pero, por otro, estoy tranquilo porque sé que los chicos ahora están bien, limpios y alimentados. Peor hubiera sido que se nos muriera uno acá de hambre”.
En cuanto a la causa judicial por la tenencia de los menores, Riveros dijo que tanto él como su esposa tienen abogados y que están esperando que los citen para iniciar el proceso y pelear por la tenencia. “Sí queremos ver a los chicos, los extrañamos, pero no sabemos a dónde ir. Estamos esperando que nos avisen qué tenemos que hacer de ahora en más”, aseguró el hombre.
Los niños están en un hogar a cargo del Estado desde la semana pasada, después de que se realizó la denuncia y de que fueron atendidos en el Hospital Rawson. Allí permanecerán hasta que el juez de Menores, Jorge Toro, analice los informes que le envía el Ministerio de Desarrollo Humano vinculados al estado de los niños y defina si pueden volver con sus padres, se pueden quedar con algún otro familiar o deben ser dados en adopción.

