�En Chile se puede conseguir un teléfono que aquí cuesta $10.000 en $5.000; o un reloj Iphone en $11.000 cuando en Argentina hay que desembolsar $32.000. O bien encontrar un juego de vajilla de 66 piezas a $840 cuando aquí en la tienda del mismo nombre, uno similar pero de 30 piezas; cuesta $2.600. ¿Cual es el motivo? Desde la delegación local de CAME explicaron que Chile, a diferencia de Argentina; no fabrica nada, todo lo que tiene lo ensambla y está protegido por leyes de importación muy beneficiosas. Además los impuestos en Chile son mucho más bajos que en la Argentina. Se calcula que en este país el 51% del precio de un producto corresponde a impuestos. A esto se suma el alto costo laboral.
