Nadie en su sano juicio imaginó que podía ser posible una vida puertas adentro de una casa. Que salir sea una posibilidad que se deba justificar. Tal vez sólo las películas más catastróficas del cine estadounidense plantearon un escenario de ‘pandemia’, confinamiento casi total y control sanitario. Pero la realidad dio un golpe frontal a la soberbia humana.
Cuando el presidente Alberto Fernández anunció el tan mentado aislamiento social, preventivo y obligatorio no se tomó dimensión inmediata de lo que significaba. Pero el rigor del DNU puso blanco sobre negro, en el país y en San Juan: el que no cumplía las reglas, multa o calabozo. Sin vueltas. El que quiso esquivar el DNU e irse de vacaciones o salir a la calle sin justificativo, lo pagó –lo sigue pagando-.

Las calles desiertas, el microcentro vacío, las plazas solitarias fueron postales tan duras este mes como también los desbordes en las puertas de los bancos y cajeros. Hubo tanta conciencia como inconsciencia. Pero, por fortuna, fueron más los que hicieron del #QuedateEnCasa una forma de vida que los que decidieron quebrantar la medida.
Pero esto no termina acá, lo que se inició hoy en la provincia y otras partes del país es una nueva etapa, a la que las autoridades decidieron llamarle ‘cuarentena administrada’, una suerte de volver a la vida cotidiana bajo estrictos parámetros de control e higiene. El éxito de la medida estará en la responsabilidad de cada uno. De que la famosa ‘curva’ no crezca más de lo normal; es que, sólo así se podrá seguir dando pasos con el fin de abrir de a poco el confinamiento.

Los que saben dicen que la normalidad, tal como la concebíamos, no será un escenario en el horizonte cercano, pero tampoco nadie garantiza que lo será alguna vez. Al parecer, un nuevo mundo asoma tras la pandemia.
Producción y elaboración, Marcos Carrizo
Textos, Mario Luis Romero
