Luego de procesar a 11 de los 12 involucrados en la megacausa de las expropiaciones (el restante es Horacio Alday y está prófugo), la jueza María Inés Rosselot aseguró que hace falta seguir investigando para llegar al fondo de la cuestión y puso esa responsabilidad en el fiscal. Por otra parte, explicó que imputó a la exmagistrada Rosalba Marún porque era ‘muy evidente‘ cómo favorecía con sus resoluciones al principal sospechoso de organizar la asociación ilícita para estafar al Estado, el abogado Santiago Graffigna. Sobre su idea de jubilarse no dio fechas, pero dijo que lo hará pronto.
– ¿Por qué considera que el exfiscal de Estado Mario Díaz no fue parte de la asociación ilícita?
– Él tendría que haber cumplido una función de contralor como fiscal de Estado y al no haberla cumplido como debía, trajo aparejados los fraudes al Estado. Pero no he podido comprobar que haya habido connivencia entre él, el abogado representante del Estado (Baistrocchi) y el abogado representante de la parte (Graffigna). La negligencia del exfiscal ha causado un perjuicio, pero no puedo demostrar hasta el momento que haya participado en la connivencia de todas las partes para llegar a este resultado.
– A Díaz le imputa fraude e incumplimiento de sus deberes. Carelli era el jefe del área expropiaciones de la Fiscalía de Estado, ¿no le podría caber lo mismo?
– Esto no ha terminado, se sigue investigando. Yo me veo forzada a fijar una posición porque había una persona detenida, se me iban venciendo los términos y tenía que resolver la situación procesal de 11 personas…
– ¿Podría entonces haber más imputados a futuro?
– No lo descarto, porque sigo investigando. Pueden surgir, como no puede surgir.
– ¿Quiénes más o cuántos más?
– Eso va a resultar de la investigación. Esto tiene más aristas que seguir investigando.
– Por todo lo que ha encontrado, ¿tiene alguna sospecha de que en su momento hubo complicidad del poder político?
– No sé, tengo que investigarlo.
– ¿Lo está revisando?
– Hay una cosa a tener en cuenta. Los jueces penales sólo podemos investigar de acuerdo a lo que el fiscal pida. Si él amplía la denuncia, yo voy para adelante. Si no, no me puedo exceder.
– ¿Está conforme con lo que ha hecho el fiscal?
– Sí, pero le falta. Va a tener que seguir investigando…
– ¿En qué aspectos cree que tendría que seguir investigando?
– Yo he llegado a las resoluciones de la primera instancia y todavía tengo que investigar. Hay que seguir para adelante y eso le corresponde al fiscal. Si se quiere ir profundo, se tiene que seguir investigando.
– ¿Por qué considera que Graffigna es el jefe de la asociación ilícita?
– Da la casualidad que los expedientes de los que participaba Graffigna eran en los que justo se cambiaban los criterios. Criterios que se había llevado durante muchísimo tiempo y después él, cuando viene, participa hasta en las audiencias del Tribunal de Tasaciones y se cambian criterios. Por ejemplo, el que se había mantenido en el caso Caballero por un terreno de Cuesta del Viento. Cambian todo el criterio, hasta de la valoración del inmueble y una cosa que es rural hace que se transforme en urbano. Se aplica el método Macagno que se usa directamente en zonas urbanas, porque se tiene que tener una cuenta si se va a hacer un barrio, si se va a dividir en lotes, si se van a hacer calles, si va a haber frente y fondo para hacer el cálculo del valor del terreno. Terminó de actuar Graffigna y vuelven con otro expediente nuevamente a cambiar y vuelven al criterio de Caballero…
– ¿En el caso de la exjueza Marún también hay cambios de criterio en los expedientes de Graffigna?
– Graffigna conocía por otros expedientes que tenía cuál era el criterio que llevaba la jueza. Ella promediaba las pericias. Las tasaciones de la representante del Estado eran altas, las de la parte eran altas, por más que bajara un poco el Tribunal de Tasaciones, como ella promediaba, subía lo mismo y llegaban a sumas que no correspondían.
– ¿Esto de promediar lo hacía con todos los expedientes de expropiaciones o con algunos?
– Con algunos.
– ¿Con los que presentaba Graffigna?
– Sí. Otra cosa importante es la responsabilidad que tiene un juez de observar todo lo que se le trae para resolver. Hay pruebas que uno tiene que observar bien, como las testimoniales. Las pericias describían que un terreno estaba en perfectas condiciones, que tenía ciertas características de lomadas, que el agua era muy buena y resulta que cuando presentan la pericia, en el año 2000, eso ya hacía 3 o 5 años que estaba inundado. ¿Cómo pudieron ver que tenía esas características?
– Se supone que lo inventaron…
– Hacen una valuación, se supone que sí. La jueza debió observar y controlar.
– ¿Algunas de todas las irregularidades detectadas se podían llevar a cabo sin la participación de un juez?
– Yo todavía sigo investigando. Podría haber un error en un juez Civil, recuerden que lleva miles de causas.
– Las dudas empiezan cuando las equivocaciones son frecuentes y siempre para el mismo lado, ¿o no?
– No puedo decir nada. No me puedo adelantar, no me corresponde esa valoración en este momento.
– Usted ha evaluado hasta ahora a una exjueza y entendió que participó en la asociación ilícita…
– En ese caso, porque era muy evidente esa situación y la describo en la resolución.
– ¿En todo este tiempo sufrió presiones?
– No, ninguna. Yo he trabajado tranquila, gracias a Dios. Desgraciadamente el trabajo lleva mucho tiempo, es muy solitario y eso ha hecho que me alejara un poco de todo.
– ¿Alguna vez se le pasó por la cabeza abandonar la causa?
– No, ni por chiste.
– ¿Qué piensa de sus colegas camaristas que se fueron inhibiendo de intervenir en las apelaciones que surgieron de la causa?
– Son cosas personales de cada uno, yo no puedo juzgarlos. Son cosas personales.
– ¿Cree que algunos le sacaron la espalda a la causa, que se inventaron una causal para inhibirse?
– No lo sé, no lo podría decir. Es una causa difícil. Cuesta mucho, a mí me ha costado mucho porque es una colega y dos profesionales. Yo en el transcurso de mi carrera judicial, de más de 40 años, los he conocido. San Juan es muy chico, nos conocemos todos. Fue difícil, pero era mi obligación.
– Cuando se excusaban se hablaba de que ningún juez iba a querer enjuiciar a otro. ¿Existe eso o es una fantasía del sanjuanino?
– Este caso demuestra que eso no ha ocurrido.
– Entonces, para usted no existe…
– Yo no la he tenido en cuenta. Si ha existido, por afuera, yo no la he tenido en cuenta.
– ¿Es cierto que esta causa le costó cruzarse con colegas jueces en los pasillos y que no la saluden?
– Es el riesgo que uno tiene la función. Usted sabe que si uno va contra un juez, todos los amigos de ese juez se van a existir afectados. Pero no ha sido mucho. Es más, yo he conversado con los de la parte penal y todos han sido muy afectuosos, no tengo ninguna queja.
– El abogado de Horacio Alday la denunció penalmente porque la responsabiliza de la desaparición de unas fojas en un pedido de nulidad que presentó. ¿Qué pasó con esas fojas?
– No han desaparecido, la documentación está reservada en el Juzgado. Cuando uno recibe un escrito con documentación, en el cargo pone ‘con documentación‘ e inmediatamente por secretaría se reserva. Uno corre vista el fiscal y si la necesita se le manda. Si la Cámara la pide, se le manda. Se reserva por una cuestión de seguridad.
– Mucho se ha dicho de su jubilación. ¿Efectivamente se va a jubilar dentro de poco?
– Tengo la edad, todos los requisitos, ya me llegó la resolución de la Anses. En cualquier momento tomo la decisión y vuelo.
– ¿Ya sabe cuándo?
– No. Va a ser cerca.
– ¿Será el año que viene?
– No, no, no. Este año.

