El 23 de febrero pasado los gobiernos de las provincias vitivinícolas acordaron destinar el 32% de las uvas cosechadas en la vendimia 2013 a la elaboración de mostos, para mantener el equilibrio de precios y existencias en la vitivinicultura, además de asegurar el posicionamiento de un nicho de exportación en el país. No obstante, en San Juan los industriales del sector apuestan a que aquí el 60% de la cosecha irá a mosto, superando incluso el buen porcentaje del 2012, que fue del 53% y hasta el récord histórico, de 1995, del 56,7%. ‘’Creo que hay una expectativa injustificada, basada quizá en las fallas que tienen los otros rubros de la vitivinicultura’’, opinó ayer Jorge Ribes, desde Mostomat. Lo cierto es que en el sector se reconoce que este año tanto variedades de uvas de mesa como de pasas terminaron en los lagares de las bodegas para convertirse en jugos de uvas. De todos modos, aún es pronto para hacer evaluaciones de la cosecha.