Con personalidades destacadas del ámbito de la salud, no sólo de Argentina sino también de Uruguay, Chile, Bolivia y España comenzó ayer el XX Congreso Internacional Salud, Crisis y Reforma – Resultados de la Inequidad, organizado por la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de San Juan. La primera jornada se desarrolló con una serie de conferencias magistrales y mesas y entre los conferencistas estuvo Rubén Torres. El médico es rector de la Universidad ISalud, docente universitario y de maestrías, fue gerente de Sistemas de Salud en Atención Primaria en la Organización Panamericana de la Salud, miembro de la Comisión Técnica del Ministerio de Salud de la Nación y exsuperintendente de Servicios de Salud, entre otros cargos. En una pausa del Congreso, habló con DIARIO DE CUYO.
-¿Qué es la inequidad en la salud?
-Es que las personas no reciban lo que les corresponde, bajo circunstancias evitables. El problema de la inequidad en la salud no es sólo un tema sanitario, sino que tiene que ver también con la vivienda, con el medio ambiente, con la educación. Tampoco se trata de una cuestión de financiamiento, sino de política y por ende debe tener una solución política.
-¿Hay una ‘normalización’ de la desigualdad?
-Es lo que hay que evitar. La sociedad tolera otras desigualdades, pero no tolera la desigualdad evitable en la salud y la justicia. Por ejemplo, la tasa de mortalidad infantil y materna está muy vinculado con las mujeres de 24 a 65 años que no terminaron el secundario; tenemos el hecho de que los sectores pobres gastan casi la tercera parte de sus ingresos en salud cuando los sectores más pudientes sólo el 17% o que el 8% de la población tiene dos tipos de cobertura social al mismo tiempo cuando hay 15 millones de argentinos que en salud sólo dependen del sector público. Son cosas que necesitan reformularse. Y este tipo de cambios no es de un día para otro.
-¿Cuál es la propuesta para lograr el equilibrio?
-Hay varias. Por ejemplo, se debe constituir un sistema de salud integrado donde estén incluidos todos los argentinos, hay que regular el mercado de los medicamentos y la tecnología, construir un padrón completo de beneficiarios para ponernos de acuerdo cuánto cuesta una prestación, debe haber una distribución pública de medicamentos, organizar los seguros de salud, asegurar la efectiva integración de PAMI al sistema incluyendo la libertad de opción, entre otras.
-¿Y de qué depende lograrlo?
-Insisto, no se trata de recursos, sino de decisión política. Creo que son temas absolutamente realizables. De hecho hay países que ya los practican, como Canadá, Cuba o algunos de Europa.

