�El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, aseguró que la situación es particularmente ‘compleja‘ en el balneario costero de Pedernales, donde a los equipos de rescate y asistencia les ha sido difícil llegar.
Luis Barba Menéndez es uno de los damnificados que, entre sollozos, cuenta el ‘infierno‘ que vivió a eso de las 19 del sábado, cuando su tierra se sacudió ‘como nunca‘ se había hecho sentir. ‘Usted no se imagina cómo fue esto‘, dijo Luis y cortó por el llanto el relato sólo para balbucear: ‘Hay gente todavía atrapada, que nos ayuden, señor‘.
‘No podemos comparar lo que ha pasado, nos hemos quedado sin casa, pero felizmente mi familia no fracasó, salimos, pero el pueblo de Pedernales ha desaparecido‘, añadió. El terremoto, relató, ‘fue largo, fue como un viento que atormentó a todos … A mí me botó patas arriba‘, agregó y dijo que, con su familia, como toda la población, ha pasado la noche y la madrugada ‘en media calle, para sobrevivir‘.
Luis camina por la calle, no quiere separarse mucho de sus familiares, pero dice que ‘hay que tener valor‘ porque hay mucha gente bajo los escombros. Calculó ‘cientos‘ de muertos, pues dijo que ‘hay gente atrapada, sepultada‘ entre los escombros.
Ángel Dueñas, un empleado público, que acompaña a Luis, asegura que la tragedia le envolvió directamente. ‘Tengo tres familiares fallecidos, la pérdida es cuantiosa, no hay cómo describir esto‘, enfatizó. ‘No hay más que decir‘, concluyó, desolado.
