"Holax", la carta de presentación que tenía ‘El Loco Pietrox’ cuando algún vecino o amigo pasaba por el kiosco que está frente al Hospital Marcial Quiroga, al lado de la heladería, entrañable parada de los hinchas de Desamparados de aquellos lares.
A todas sus palabras le ponía una ‘x’ al final. Nunca se negaba a un buen trago de vino o cerveza. Se codeaba con gente de la calle, pero también con los muchachos del Camus, el CGT o el Natania.
Podía haber un abogado, un estudiante o un ingeniero en las juntadas de ‘Pietrox’. Era un personaje de la zona de Punta de Rieles que fue adoptado por los vecinos más jóvenes (hoy rozan los 40, claro) y que lo incluían en las reuniones que hacían.

Una anécdota de ‘Pietrox’ en un asado o una juntada era para descostillarse de risa. A su modo, se divertía, la soledad en la que terminó fue la que eligió. A pesar que a veces se le pasaba la mano con el alcohol, nunca perdía las formas con los que no lo conocían.
El pasado sábado, ‘El Loco Pietrox’, que en realidad se llamaba Jorge Pietro (68), apareció sin vida en un rancho abandonado a un costado de Rastreador Calívar entre el barrio ATSA y calle Merino, en Rivadavia. Estaba en estado esquelético y se trató de una muerte natural, informó la Policía.
Pietro tenía hijos, pero su vida y su familia estaba en los amigos que le dio la calle. Muchos de ellos lo recordaron en las redes sociales.
