El que una mujer presente o no osteoporosis va a depender del contenido mineral óseo que haya alcanzado durante su desarrollo (pico de masa ósea) hasta la edad de 30-35 años y, por otro lado, de la velocidad de la pérdida de masa ósea a partir de la menopausia.

Durante el periodo de formación ósea intervienen factores genéticos y ambientales. Es evidente que no podemos actuar sobre los primeros, pero sí podemos modificar los segundos.

En edades tempranas de la vida una ingesta adecuada de calcio, un ejercicio físico regular, y evitar determinados fármacos o sustancias tóxicas como el tabaco y el alcohol, que influyen negativamente sobre el hueso, son importantes para conseguir un pico de masa ósea adecuado.

También existen una serie de factores que van a condicionar que la masa ósea alcanzada sea menor que la esperada o que se pierda más hueso y, por lo tanto, se tenga mayor predisposición a padecer esta enfermedad descalcificante.

Factores de riesgo osteoporóticos:

El dato cronológico más importante en el desarrollo de la osteoporosis en la mujer es la edad en que se presente la menopausia. Por ejemplo, la mujer que ha tenido una menopausia precoz (antes de los 40 años), espontánea o quirúrgica, tiene mayor riesgo de presentar osteoporosis que otra mujer de su misma edad que haya tenido la menopausia a los 50 años.