Las escuchas telefónicas revelaron que Barrozo y su esposa Paula González contaban con ayuda de un suboficial de la Policía Provincial, a la hora de hacer negocios con la prostitución en la ‘Rioja Chica’. Sin embargo ese punto quedó abierto en la investigación. De todos modos ambos quedaron filmados cuando saqueaban la billetera y el auto de uno de los dos clientes de las prostitutas que los entretenían y con las que ni siquiera llegaron a tener sexo.
