Tener EPOC es padecer una enfermedad de lenta progresión que tiene como síntoma característico la falta de aire. Este síntoma se manifiesta inicialmente ante mayores esfuerzos, como correr el colectivo o subir escaleras y luego ante tareas cotidianas, como tender la ropa o salir a caminar. Adicionalmente, se trata de una afección de elevada prevalencia y constituye la tercera causa de muerte a nivel mundial. La detección temprana y el manejo adecuado son claves en la evolución de los pacientes.
La causa principal de la EPOC es el tabaquismo, por eso es tan importante que quienes fuman o fueron fumadores se realicen estudios diagnósticos. El desarrollo de la enfermedad, en menor medida, puede estar relacionada a otros factores de exposición ambiental como el humo de leña o exposición a tóxicos inhalatorios laborales, a enfermedades respiratorias adquiridas durante el desarrollo y a factores genéticos.
Si bien la EPOC posee tratamiento, aún no tiene cura; por ello, todas las medidas posibles de prevención adquieren una gran importancia. La detección temprana de la enfermedad ante los primeros síntomas facilita su manejo, evitando la progresión a etapas avanzadas en las que la calidad de vida del paciente se ve especialmente limitada. De la misma manera, detectar a personas en riesgo de desarrollar la enfermedad constituye una medida aún más efectiva, ya que la EPOC una vez presente, tiene un curso progresivo a lo largo del tiempo.
Una enfermedad de muchos, un diagnóstico de pocos, una oportunidad para todos
A nivel poblacional, y considerando tanto la realidad nacional como global, el mayor problema que se presenta con esta enfermedad es lo que llamamos subdiagnóstico. Es decir, la persona que tiene EPOC y no lo sabe. En nuestro país, según el estudio epidemiológico EPOC.AR, dicha tasa supera el 70%. De esta manera, de cada 10 personas que padecen la enfermedad, al menos 7 no están diagnosticadas. Trasladando este porcentaje a las cifras del último censo nacional, habría en Argentina más de 2.100.000 de personas con EPOC y sin diagnóstico.
En este contexto, la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), junto con la Sociedad de Tisiología y Neumonología de la Provincia de Buenos Aires (STNBA), se unieron para lanzar este año una campaña para incrementar el diagnóstico y para la detección temprana de la enfermedad bajo el slogan: “Podría ser EPOC”.
En la misma, se refuerzan las propuestas de las diferentes guías científicas, estimulando a realizar una espirometría para su diagnóstico. Una persona con síntomas respiratorios (falta de aire de cualquier intensidad, tos o percepción de ruidos durante su respiración) o sin ellos (asintomática) pero con factores de riesgo (por ejemplo, que fuma o que haya fumado) debería consultar a su médico y realizarse ese estudio.
¿Te hiciste una espirometría?
Si te falta el aire al realizar cualquier actividad (sea ante grandes esfuerzos o tareas cotidianas), si tenés tos, si fumás o fumaste aunque no tengas síntomas, si estás expuesto a algún grado de contaminación del ambiente, consultá a tu médico y realizá una espirometría.
La espirometría es una prueba que mide la cantidad de aire que una persona puede inhalar y exhalar, así como la velocidad con la que lo hace. Es el pilar diagnóstico de la EPOC y permite conocer la función pulmonar de cualquier persona, comparando con los valores esperados para su edad, género y contextura.
Es una prueba indolora y no invasiva. Durante el estudio solo se te pedirá que soples a través de una boquilla, siguiendo las instrucciones del técnico o médico. La prueba dura solo unos pocos minutos.
Si el estudio confirma la presencia de EPOC, la medicina respiratoria cuenta, en la actualidad, con buenos y eficaces tratamientos para su manejo tanto farmacológicos como no farmacológicos. Entre los primeros, varias opciones de tratamiento inhalatorio que su médico podría prescribir de ser necesario. Entre los segundos, diversas medidas cuyos pilares son la actividad física y rehabilitación respiratoria, la educación y la prevención.
La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) y la Sociedad de Tisiología y Neumonología de la Provincia de Buenos Aires (STNBA) continúan trabajando con firmeza en disminuir la exposición a los factores de riesgo que puedan afectar la salud respiratoria de la población.
Dejar de fumar (o evitar iniciar el consumo de cigarrillo u otros humos) es prioridad en esta dirección, más allá de otras acciones que transitamos en la construcción de una mejor salud ambiental. Trabajemos juntos en la prevención y la detección temprana de la enfermedad.