nivel mundial, la prevalencia de la diabetes tipo 2 es alta y está aumentando en todas las regiones. Este aumento está impulsado por el envejecimiento de la población, el desarrollo económico y el crecimiento de la urbanización, lo que lleva a estilos de vida más sedentarios y un mayor consumo de alimentos no saludables relacionados con la obesidad. Sin embargo, los resultados beneficiosos de la detección temprana, el tratamiento más efectivo y la consecuente supervivencia más prolongada también están contribuyendo al aumento de la prevalencia.
La diabetes tipo 2 es el tipo más común de diabetes, representando más del 90% de todos los casos de diabetes en todo el mundo. Puede tener síntomas similares a los de la diabetes tipo 1, pero en general, los síntomas son mucho menos dramáticos y la condición puede ser completamente asintomática. Además, el momento exacto del inicio de la diabetes tipo 2 suele ser imposible de determinar. Como resultado, a menudo hay un largo período prediagnóstico y desde un tercio a la mitad de las personas con diabetes tipo 2 en la población pueden estar sin diagnosticar. Si el diagnóstico se retrasa durante un período prolongado, pueden surgir complicaciones como deterioro visual, úlceras en las extremidades inferiores que sanan mal, enfermedades cardíacas o accidente cerebrovascular, lo que lleva al diagnóstico. Las causas de la diabetes tipo 2 no se comprenden completamente, pero existe una fuerte asociación con el sobrepeso, la obesidad, el aumento de la edad, la etnia y la historia familiar. Se cree que los factores de riesgo para esta enfermedad incluyen desencadenantes poligénicos y ambientales.
“Vivir con diabetes no significa una sentencia de vida con mala salud. Con un manejo adecuado y un estilo de vida saludable, las personas con diabetes pueden llevar una vida plena y activa. Esto requiere compromiso, disciplina y, a menudo, apoyo de profesionales de la salud, familiares y amigos. La diabetes es una enfermedad seria, pero con un manejo adecuado y la adopción de un estilo de vida saludable, es posible minimizar los riesgos y vivir una vida plena. La educación sobre los riesgos, la prevención y el manejo de la diabetes es clave para mejorar la calidad de vida de quienes viven con esta enfermedad. Es fundamental no subestimar la diabetes y tomar medidas proactivas para gestionarla de manera efectiva”, sostuvo el Dr. Adrián Proietti Endocrinólogo Universitario Jefe de servicio de Endocrinología, Diabetes y Tecnología aplicada (EDTA-Kynet) Kynet Medicina Integral
En números:
- Se estima que 240 millones de personas viven con diabetes sin diagnosticar en todo el mundo, lo que significa que casi la mitad de los adultos con diabetes desconocen que tienen la enfermedad.
- Casi el 90% de las personas con diabetes no diagnosticada viven en países de ingresos bajos y medios.
- Más de 1.2 millones de niños y adolescentes tienen diabetes tipo 1. Más de la mitad (54%) tienen menos de 15 años.
- Aproximadamente 6.7 millones de adultos (de 20 a 79 años) murieron como resultado de la diabetes o sus complicaciones en el año 2021.
- En 2021, casi la mitad (44.7%; 239.7 millones) de los adultos que viven con diabetes (de 20 a 79 años) se encontraron sin saber de su condición.
Esta enfermedad es una de las principales causas de ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, derrames cerebrales y amputación de miembros inferiores. Si está mal controlada aumenta las posibilidades de estas complicaciones y la mortalidad es prematura. Además, las personas con diabetes tienen mayor riesgo de presentar enfermedades cardiovasculares e infecciones, especialmente aquellas con mal control glucémico.
La promoción de un régimen alimentario más sano y de la actividad física se logra mejor mediante una combinación de políticas sanitarias, leyes, modificaciones ambientales y medidas de sensibilización en torno a los factores de riesgo. La aparición de la diabetes se puede retrasar o prevenir en personas con sobrepeso que tienen una tolerancia disminuida a la glucosa. Las intervenciones basadas en la alimentación y la actividad física son tan eficaces como los fármacos. Por eso hoy, la diabetes se puede tratar y sus consecuencias se pueden evitar o retrasar con dieta, actividad física, medicación, exámenes y tratamientos regulares para las complicaciones.