En muchos países, una gran mayoría de adultos consume cafeína a diario, por la mañana y durante el resto del día. Sin embargo, durante años, el café ha sido objeto de un intenso debate en la comunidad médica y científica.
Mientras que algunos estudios iniciales sugerían posibles riesgos para la salud, investigaciones recientes han cambiado esta percepción, y destacan los beneficios potenciales del consumo moderado de café.
Este cambio de perspectiva se debe en gran medida a los estudios exhaustivos realizados en los últimos años por expertos de instituciones prestigiosas como la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard.
Cuáles son los beneficios para la salud del café
Según el doctor Frank Hu, director del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, “la evidencia general es bastante convincente respecto a que el café ha sido más saludable que dañino en términos de resultados para la salud. Para la mayoría de las personas, el consumo moderado de café puede incorporarse a una dieta saludable”.
Investigaciones recientes respaldan esta afirmación, sugiriendo que el consumo de 2 a 5 tazas de café al día puede reducir el riesgo de varias enfermedades crónicas, incluidas la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas, el cáncer de hígado y el endometrio, así como la enfermedad de Parkinson y la depresión.
Los autores concluyeron que el consumo de tres a cinco tazas estándar de café al día puede reducir el riesgo de varias enfermedades crónicas. Sin embargo, también advirtieron sobre los efectos adversos del consumo elevado de cafeína, como el menor peso al nacer y el mayor riesgo de pérdida del embarazo.
“La evidencia actual no justifica recomendar el consumo de cafeína o café para la prevención de enfermedades, pero sugiere que para las personas adultas que no están embarazadas o amamantando y no tienen condiciones de salud específicas, el consumo moderado de café o té puede ser parte de un estilo de vida saludable”, escribieron los autores.
Un estudio realizado en 2020 por Derrick Alperet, investigador de la Escuela de Salud Pública de Harvard, encontró una asociación entre el consumo de cuatro tazas de café al día y una reducción del 4% en la grasa corporal. Los científicos aclararon que estos beneficios se obtienen siempre que el café sea consumido sin crema ni azúcar.
La investigación destacó que el café contiene compuestos antiinflamatorios y antioxidantes, los cuales podrían ser responsables de los efectos positivos observados en la salud.
Este hallazgo coincide con investigaciones previas que sugieren que el consumo moderado de café está vinculado a un menor riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.
¿Tomar café en ayunas es bueno para la salud?
La doctora Trisha Pasricha, gastroenteróloga en el Hospital General de Massachusetts y profesora en la Escuela de Medicina de Harvard, explicó en un artículo del diario The New York Times que no existen pruebas sólidas respecto a que ingerir café en ayunas pueda causar daños significativos al estómago.
Según Kim Barrett, de la Facultad de Medicina de la Universidad de California y miembro de la junta directiva de la Asociación Americana de Gastroenterología, “el estómago tiene mecanismos de protección naturales, como la secreción de una mucosidad espesa que lo protege de irritantes”. Estudios a gran escala, como uno realizado en Japón con 8.000 personas, no encontraron vínculo entre el consumo de café y la formación de úlceras estomacales.
Sin embargo, el café sí tiene efectos temporales en el sistema digestivo, como acelerar el tránsito intestinal y aumentar la producción de ácido en el estómago. Consumir café solo, sin alimentos que acompañen la ingesta, puede reducir el pH del estómago más que si se toma junto con otras comidas o con leche, lo que podría ser teóricamente problemático para el esófago y causar acidez, señaló la especialista de Harvard.
A nivel general, la doctora Pasricha recomienda que las personas consideren sus síntomas. Si experimentan acidez o sabor agrio después de tomar café, podría ser útil reducir la cantidad, tomar antiácidos o añadir leche. No obstante, si no se presentan síntomas, no hay motivo para cambiar el hábito.