El consumo habitual de alcohol puede elevar la presión arterial incluso en adultos sin hipertensión, según un estudio que muestra que una sola bebida diaria puede también aumentarla.
La investigación se publica en Hypertension, la revista de la Asociación Americana del Corazón, y señala que la ingesta de una sola bebida alcohólica también se relaciona con cambios al alza de la presión arterial a lo largo del tiempo, en comparación al no consumo. Aunque mucho menos que lo observado en bebedores habituales.
El 65% de participantes eran hombres. Los estudios revisados se hicieron en EEUU, Corea y Japón, y se publicaron entre 1997 y 2021.
Ninguna de las personas había sido diagnosticada previamente de hipertensión arterial u otras enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades hepáticas, ni alcoholismo.
Según la investigación, incluso en adultos sin hipertensión, las mediciones de la presión pueden incrementar de forma más pronunciada con el paso de los años a medida que aumenta el número de bebidas diarias.
El equipo confirmó que se produjo un aumento continuo de las medidas de presión tanto en participantes con un consumo bajo como alto de alcohol. La media de seguimiento a los participantes fue de 5,3 años.
"Nos sorprendió ver que el consumo de un nivel bajo de alcohol también estaba relacionado con cambios más altos de la presión a lo largo del tiempo, en comparación con el no consumo, aunque mucho menos que el aumento observado en los bebedores empedernidos", resume el autor principal, Marco Vinceti, profesor universitario en EEUU e Italia. El análisis se basa en los gramos de alcohol consumidos, no solo en el número de bebidas, y mide tanto la presión sistólica (número superior) como la diastólica (cifra inferior). Según el análisis, la presión sistólica aumentó 1,25 milímetros de mercurio (mm Hg) en las personas que consumían 12 gramos de alcohol al día, aumentando a 4,9 en las que ingerían 48 gramos diarios (en EEUU, un chupito de licor contiene 14 gramos de alcohol). En cuanto a la diastólica, aumentó 1,14 mm Hg en quienes consumían 12 gramos de alcohol diarios, elevándose a 3,1 en aquellos que bebían 48 gramos al día. Estas últimas asociaciones se observaron solo en varones.