Una nueva droga para tratar la migraña, una condición discapacitante que afecta hasta al 15 por ciento de los adultos de entre 18 y 65 años en el mundo, ya está disponible en la Argentina, afirmó hoy el neurólogo Alex Espinoza.

 

La nueva opción terapéutica de venta bajo receta se llama "eletriptán", del laboratorio Pfizer, y fue aprobada recientemente por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
"Es muy oportuno contar cada vez con más opciones para abordar la migraña. El eletriptán es una muy buena alternativa para los pacientes, porque combina una eficacia fuerte y sostenida, pero con efectos adversos leves y manejables", sostuvo Espinoza, quien trabaja en la Unidad de Cefalea y Dolor del Servicio de Neurorrehabilitación del Hospital Clínico Mutual de Seguridad de Santiago de Chile y visitó Buenos Aires para presentar la droga.

 

El especialista agregó que el nuevo medicamento, que ya se usa en su país y en otros del mundo "con muy buenos resultados", también "mejora síntomas como nauseas, vómitos y la escasa tolerancia a la luz y a los ruidos fuertes".

 

La migraña suele aparecer en la pubertad y afecta principalmente a personas de entre 35 y 45 años. Según datos basados en estudios poblacionales, la padece entre el 11 y el 15 por ciento de los adultos de entre 18 y 65 años en el mundo.

 

"Es un trastorno al que debemos prestarle atención, ya que una de cada dos personas que la padece no está diagnosticada, en parte porque la mayoría nunca consultó con un médico por este tema. Sin el diagnóstico ni el abordaje adecuados, los afectados experimentan dolor y discapacidad sustanciales", enfatizó Espinoza, quien además es Jefe de Neurología de la Clínica Bicentenario de Chile.

 

El especialista diferenció la migraña de los dolores de cabeza: "Al revés de estos últimos, la migraña presenta un dolor unilateral y pulsátil, de moderado a severo. Además, se agrava con la actividad física y se asocia con síntomas como náuseas, vómitos, intolerancia a la luz y a los ruidos fuertes. Un episodio de migraña puede durar entre cuatro y 72 horas".

 

Según datos de los Estados Unidos, nueve de cada 10 personas que padecen migraña sufrieron deterioro funcional, una de cada tres reportó ausencias al trabajo o a la escuela y una de cada dos reportó una reducción mayor al 50 por ciento en su productividad en el trabajo o la escuela.

 

"En muchos casos, el paciente se automedica con analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos, ambos de venta libre, que no son las opciones adecuadas para abordar ese trastorno. Esto lleva al desarrollo de un nuevo tipo de dolor de cabeza o al empeoramiento del dolor preexistente, descripto como cefalea por abuso de medicación", remarcó Espinoza.

 

Con respecto a los factores que pueden desencadenar una migraña, desde la cartera sanitaria nacional señalaron el estrés y ansiedad, ciertos olores o perfumes, ruidos intensos y luces brillantes, alcohol y tabaco y cambios hormonales durante el ciclo menstrual.

 

Asimismo, el uso de pastillas anticonceptivas, la realización de ejercicios intensos, cambios en los patrones del sueño, el ayuno prolongado y ciertos alimentos como el chocolate o quesos duros.
Sobre los mitos y verdades de la migraña, varios estudios norteamericanos indican que es falso que sólo la sufren las mujeres y que es considerada un trastorno vascular, mientras que es verdadero que está relacionada con la depresión o la ansiedad.

 

"Las mujeres tienen una probabilidad cerca de tres veces mayor de experimentar migraña en comparación con los varones, pero no es una condición exclusivamente femenina. Las fluctuaciones hormonales en las mujeres pueden ser uno de los factores que lo explican", señalaron.

 

Con respecto al trastorno vascular, los investigadores indicaron que la migraña "ya no es considerada así, sino más bien como una enfermedad que se origina en el cerebro, con cambios vasculares secundarios. La activación de centros en el tronco cerebral lleva a una cascada de eventos neuronales y neuroquímicos que desencadenan el dolor". 

 

Y completaron: "Puede haber una relación entre la salud psicológica y la migraña. Por ejemplo, la depresión puede aumentar el número de ataques de migraña y hacerlos más dolorosos. Del mismo modo, las situaciones de estrés pueden desencadenarla. Además, tener numerosos ataques puede afectar el estado de ánimo y, con el tiempo, causar depresión".