Buenos Aires.- Hay evidencia empírica de niños que prácticamente dejaron de tener convulsiones gracias al aceite de cannabis que muchos consideran revolucionaria. Este miércoles, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el uso de este aceite con fines medicinales, proyecto que ahora debe ser tratado por el Senado. La noticia reavivó el debate sobre la marihuana aunque también disparó dudas y consultas, lo que motivó la necesidad de un grupo de neurólogos de esclarecer datos confusos que circularon en las redes sociales e inclusive en los pasillos del parlamento.
La iniciativa permite importar el aceite de cannabis para los pacientes con indicación médica, pero no contempla el autocultivo, un reclamo de las familias que ya tratan a sus hijos con este producto. El proyecto faculta al Ministerio de Salud a proporcionar de manera gratuita el medicamento a los pacientes con epilepsia refractaria, autismo u otras patologías.
¿La marihuana conseguible en Argentina es equivalente a la producida en Estados Unidos y Europa? ¿Se puede fabricar el aceite de manera casera? Parte de la clave para acercarse a las respuestas es la componente “cannabidiol”, uno de los principales elementos del cannabis.
El doctor Alejandro Guillermo Andersson, Director del Instituto de Neurología de Buenos Aires, explicó que la nueva regulación es bienvenida pero que “ya se venía importando el aceite de cannabis”, aunque con los respectivos costos del caso. “Tengo pacientes con epilepsia refractaria y a ellos les vengo recetando el aceite desde hace un tiempo”, comentó.
“El problema es que es muy caro. Un frasquito de 100 ml puede salir entre 250 y 275 dólares. Y por mes se pueden necesitar hasta dos frasquitos”, detalló.
En cuanto al tipo de planta de cannabis alertó: “Una cosa es el aceite de cannabis con un tipo y una proporción de cannabidiol conseguible en Estados Unidos y otra es la que se puede conseguir en las calles de Buenos Aires con mucho THC, que es la droga llamada ‘recreativa’. Y el cannabis medicinal no es para fumar, es para procesar en aceite, y tampoco es cualquier planta. Se necesitan especificaciones muy precisas para cada caso y no se puede hacer de manera correcta en la casa de cada uno.
Por último Andersson subrayó el hecho de que el cannabis medicinal necesita aún ser acompañado por otras medicaciones complementarias. “Los pacientes están mejor con el anticonvulsionante que provee el cannabis, vale la pena intentarlo en cada caso, pero no es la panacea, hay que seguir investigando”, concluyó el experto.
El punto más polémico giró en torno al autocultivo, que no está contemplado en el proyecto impulsado por el oficialismo, por lo que quienes lo hagan pueden ser tratados como “narcotraficantes”. "Necesitamos que nos dejen de criminalizar. Hoy cultivamos porque es la forma más democrática de llegar a la planta y porque hay que encontrar entre todas las cepas la que mejor resultado le dan a nuestros hijos", explicó Pamela Vicente, madre de una niña epiléptica de 11 años e integrante de la organización Mamá Cultiva.
Según ella, "el aceite que proponen importar de Estados Unidos es de una única cepa y le hace efecto al 20 por ciento de los chicos que hoy están en tratamiento".
De momento, en la iniciativa legislativa que ahora deberá analizar el Senado se incluyó una modificación para que el INTI y Laboratorios Nacionales puedan realizar el cultivo del aceite de cannabis destinado a la investigación. También dispone que la ANMAT permita la provisión de manera gratuita.
Fuente: TN