Según la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (Iarc), en la Argentina se producen por año más de 125.000 nuevos casos de cáncer. No obstante, "estos datos podrían ser mayores, ya que los registros actuales sólo abarcan lo que le sucede a entre 9% y el 13% de la población. Para que sea un registro representativo, internacionalmente se estipula que debe alcanzar al menos al 42% de la gente. De lo contrario, es demasiado incompleta la foto que se mira a la hora de intentar interpretar el estado de situación", subrayó Zulma Ortiz, subdirectora Ejecutiva del Instituto de Investigaciones Epidemiológicas de la Academia Nacional de Medicina.
Esa necesidad de contar con un registro obligatorio del cáncer para tener datos concretos, actuales y a nivel nacional del estado de situación de los pacientes con cáncer en el país fue uno de los ejes principales tratados recientemente en un evento convocado por la "Iniciativa Integrada para el Control del Cáncer en América Latina" (ICCI-LA) de la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC), y que incluyó también la visita de referentes de la Universidad de Harvard, la Universidad de Miami y de distintos países de la región.
En ese marco, destacaron que Argentina tiene planes, acciones y cuidados adecuados en muchas de las situaciones de la problemática del cáncer, pero al identificar qué aspectos pueden ser mejorados, afirmaron que sólo con estadísticas más completas y certeras se podrá diseñar e implementar políticas públicas eficientes y que respondan a los desafíos prioritarios que enfrente el sistema de salud.
El senador Mario Fiad ya elevó un proyecto de ley para un Registro Nacional de Cáncer que incluya en forma completa, continua y sistemática los datos de todos los casos de cáncer atendidos. Prevé que la notificación sea obligatoria y la realicen "los médicos de todas las instituciones que brindan servicios de salud a pacientes oncológicos, públicos, privados o de la seguridad social".
"Esto nos daría claridad sobre si están siendo efectivas o no determinadas intervenciones que se llevan adelante. De momento, no podemos afirmar si el hecho de que bajen o que suban los números año a año es fruto de políticas sanitarias acertadas o de las limitaciones del registro", apuntó Ortiz.
Rifat Atun, profesor de Sistemas Globales de Salud de la Universidad de Harvard, fue invitado especialmente para participar como disertante del evento. El experto manifestó que el cáncer es la segunda causa de muerte en el país. Para él, "la Argentina no es un país pobre y, sin embargo, su desempeño para combatir el cáncer es insuficiente, dado que presenta la tasa más alta de cáncer de toda América latina. El cáncer conlleva una gran carga económica, pero se debe invertir en los lugares correctos".
Sobre este punto, Zulma Ortiz cuestionó que "el Instituto Nacional del Cáncer para toda su actividad y programas a nivel federal tenga un presupuesto similar al que asigna para el cáncer una provincia como Mendoza".
"Según datos de la Universidad de Harvard, la carga económica global que representaba el cáncer en 2010 era de 2,5 billones de dólares. En Argentina no se sabe cuánto cuesta el cáncer, no se conoce el costo médico por paciente, ni por año, tampoco el beneficio que aportaron las políticas implementadas. Sin estos datos, no se pueden establecer prioridades, lo que es inaceptable", subrayó Atun.
"En Salud, el problema no es necesariamente que el presupuesto asignado sea limitado, pero el desafío es que su uso sea eficiente. Se reciben alrededor de 10 centavos por cada peso que genera la Argentina, es aproximadamente el 10% del Producto Bruto Interno. Si la asignación de esos fondos no responde a políticas concretas a partir de estrategias que sean fruto de un diagnóstico de situación preciso y claro, se corre el riesgo de que sea como intentar llenar un balde agujereado", sentenció a su vez Eduardo Cazap, presidente de la Sociedad Latinoamericana y del Caribe de Oncología Médica (Slacom).
Por su lado, Cazap indicó que la prevención del cáncer debe ser integrada con la prevención de las enfermedades crónicas en general: "Tienen que participar los Ministerios de Salud, de Educación, de Economía y de Ciencia y Técnica. Es fundamental educar a personas sanas, sobre todo niños en edad escolar. El tabaquismo empieza a los 10 años. Con la obesidad ocurre lo mismo", afirmó. Ortiz sumó que "7 de cada 10 argentinos conviven con una enfermedad crónica no transmisible, entre las que se destacan las cardiovasculares, diabetes y cáncer. Hoy la primera causa de muerte son las enfermedades cardiovasculares, pero para 2040 se prevé que esta sea el cáncer".
El 40% de los casos de cáncer puede prevenirse con cambios en el estilo de vida; puede modificarse la incidencia del 25% de los casos con educación y prevención y se puede intervenir epidemiológicamente en 2 de cada 3 casos. El 94% de la población registra bajo consumo de frutas y verduras, el 61% tiene exceso de peso, el tabaquismo aumentó en las mujeres, el consumo de alcohol se duplicó, sobre todo en la población de entre 10 y 17 años y se realiza poca actividad física. Todo esto significa personas con obesidad, diabetes, EPOC y cáncer.
Necesidad de más equidad
Otro eje abordado durante el encuentro de profesionales e instituciones fue el desafío de acortar la brecha entre quienes acceden sin complicaciones al manejo de su cáncer y aquellos que no reciben ningún tipo de prestación de salud. Oscar Sagaz, subsecretario de Salud de la provincia de Mendoza, sugirió que actualmente en Argentina existe -por ejemplo- una diferencia de sobrevida en cáncer de mama de 22 meses entre las provincias centrales y las no centrales; hay personas con acceso a sistemas semejantes a los del primer mundo en términos de prevención, diagnóstico, tratamiento, seguimiento y cuidados paliativos, mientras que otros no y ni siquiera se tiene registro de ellos. Respecto de cómo mejorar la eficiencia de los sistemas de salud, Felicia Knaul, directora del Instituto de Estudios Avanzados de las Américas de la Universidad de Miami y presidenta de la Fundación "Tómatelo a Pecho", de México, sugirió que un sistema de salud debe ofrecer una cobertura universal e incluir la voz del paciente. "Hay que pensar transversalmente, sistémicamente -enfatizó-. Hace falta evaluación de proyectos y programas con un seguimiento en el tiempo, midiendo aquellos indicadores relevantes".
- Nuevo tratamiento oncológico
Hasta seis años pueden pasar desde que innovaciones médicas como un dispositivo para el tratamiento del cáncer CE llega a los hospitales. Este dispositivo médico es la apuesta de la Universidad de Zaragoza, en España, y la empresa NanoScale Biomagnetics para tratar el cáncer mediante la hipertermia magnética, que consiste en elevar la temperatura de un tejido con fines terapéuticos mediante el uso de nanopartículas magnéticas. (EFE)