En los últimos años el té verde le fue ganando terreno a otras infusiones. Entre mitos y verdades sobre sus beneficios (o sobre el supuesto prejuicio de otras bebidas, como la leche), poco a poco este té se popularizó convirtiéndose en una de las bebidas más consumidas a nivel mundial.

Proveniente de la planta Camellia sinensis (un arbusto que no sobrepasa el metro y medio de altura), los chinos, conocedores de sus múltiples efectos positivos sobre la salud, lo ingieren desde hace más de 3.000 años. Pero también están aquellos que recién lo están descubriendo y se preguntan para qué sirve el té verde.

A diferencia del té negro, al té verde no se lo expone a un proceso de oxidación. En líneas generales, se toman las hojas frescas de la planta, se secan al sol o con aire caliente (esto detiene su fermentación), se prensan y luego se muelen o trituran.

Al ser un tipo de té menos manipulado por el hombre y no fermentado, es el más saludable (más aún que el té negro).

El té verde puede tomarse caliente o frío, sin perder sus numerosas propiedades.

Muy estudiado por científicos y nutricionistas, cada vez se le conocen más propiedades saludables, desde los cuidados estéticos, como reducir la celulitis, hasta factores esenciales como la prevención de ciertos tipos de cáncer o problemas cardiovasculares.

El té verde es una rica fuente de polifenoles que protegen contra las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo, incluida la hipertensión arterial y la dislipidemia (el aumento de la concentración plasmática de colesterol y lípidos en la sangre). Es un regulador natural de los niveles de azúcar en sangre. Asimismo, es un excelente antioxidante, potencia el sistema inmunológico, ayuda a bajar los niveles de ansiedad y mejorar la concentración y la memoria.

Beber regularmente tres o más tazas de té verde por día (lo ideal es de 6 a 8 taza diarias) puede generar diferentes beneficios para la salud. Los 10 principales:

1- Posee la capacidad de disminuir los niveles de colesterol LDL y de reducir el riesgo de desarrollar hipertensión arterial y enfermedades coronarias.

2- Incrementa la formación de hueso y disminuye su resorción. Tomar té verde por 10 años está asociado con huesos más fuertes.

3- Favorece el control del peso y el metabolismo de la grasa corporal.

4- Por su potencial como antioxidante, es una herramienta que puede disminuir el riesgo de padecer diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.

5- El té verde mejora la salud dental y reduce el mal aliento.

6- Con una alta concentración de vitamina C, el té verde fortalece al sistema inmunológico contra resfríos, gripes y otras infecciones.

7- Buen aliado en tiempos de estudio o trabajo, sus antioxidantes naturales también son un gran estimulante cerebral, mejorando la concentración, la memoria y el rendimiento. Además, previene la degeneración neuronal y funciona como un protector contra enfermedades neurológicas como Parkinson y Alzhéimer.

8- Beber regularmente té verde ayuda a eliminar los radicales libres dañinos en el cuerpo.

9- Sus antioxidantes polifenólicos reducen la inflamación en el cuerpo, previniendo así el envejecimiento prematuro.

10- Además de una gran cantidad de antioxidantes, tiene minerales, aminoácidos y vitaminas mejora la flora intestinal.

* Cómo preparar el té vede

Como es una infusión que se puede tomar caliente o fría, lo ideal es prepararlo por la mañana, dejarlo en la heladera y tomarlo durante el día. Eso sí, no dejarlo de un día para el otro porque pierde nutrientes. También es muy importante cuidar la temperatura del agua, que no debe pasar los 80°.

Para una taza, calentar 20 cl de agua a 80 o 85º C, no más. Es un poco más fría que el agua para té negro, cuya agua se calienta hasta menos de los 100º C.

Colocar unos 5 gramos de té por taza. En este punto es clave tener té verde de buena calidad. En el mercado (supermercados, dietéticas y casas especializadas) hay una gran variedad de opciones. Puede ser en hebras o en saco.

Dejar descansar 3 minutos y probarlo. Para tomarlo siguiendo la tradición no se le tiene que poner azúcar. Se toma amargo.

Otra alternativa muy famosa estos tiempos también es el té matcha, considerado un "superalimento" por sus beneficios para la salud. En forma de polvo, no es otra cosa que las propias hojas del té verde concentradas. Muy usado en la gastronomía, se suele tomar caliente y espumoso, pero también se consume en diferentes batidos y puede usarse en guisos, sopas y salsas. Al ser un polvo, tiene muchas posibilidades.

Fuente: Clarín