A pesar de que existen métodos de diagnóstico sencillos y rápidos, se estima que menos del 10% de las personas que tiene el parásito Trypanosoma cruzi (causante del Chagas) lo sabe, lo que es consecuencia de múltiples factores como la presencia de síntomas sólo en el 30% de los infectados y la existencia de prejuicios que hacen que sólo se testee a población que se considera vulnerable.
"El Chagas es una enfermedad provocada por el parásito Trypanosoma cruzi, que al ingresar al cuerpo puede causar distintos síntomas a largo plazo; cuando recién nos infectamos puede que se tenga un malestar, una fiebre, alguna sensación de descompostura o cuadro gripal, pero en general no presenta ningún cuadro más", indicó a Télam la bióloga Carolina Carrillo, investigadora de Conicet y docente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (FCEN-UBA). Y continuó: "Lo que sucede es que el parásito logra escapar al sistema inmune y afectar distintos tipos de células; por lo general cardíacas, y eventualmente células del sistema digestivo, y puede permanecer ahí sin causar ninguna señal clínica durante toda la vida".
Sin embargo, un 30% de las personas infectadas puede, después de 10 o 15 años, presentar cuadros de los cuales la miocarditis es el más frecuente.
"Una vía de transmisión es la de persona gestante a su bebé durante el embarazo o parto. No siempre se da esa transmisión y en la actualidad sabemos que si la persona gestante realiza el tratamiento previo al embarazo las posibilidades de transmisión disminuyen casi a cero", sostuvo Carrillo.
"Otra forma de transmisión, la más famosa, es a través de la vinchuca, que es un insecto que se alimenta de sangre; cada vez que pica, la vinchuca toma exceso de sangre y como tiene un esqueleto rígido la presión en el abdomen hace que defeque; en esa caca está el parásito, y esos parásitos ingresan a la persona picada por el mismo agujerito de la picadura, o por microlesiones que se hace la misma persona cuando se rasca; también se puede dar por comer o beber alimentos y líquidos infectados", describió.
La cuarta vía es por transfusión de sangre o donación de órganos infectados, aunque, explicó Carrillo, "esto no se da en países considerados endémicos como Argentina porque se realizan los controles específicos de Chagas en sangre y órganos".
Es importante destacar que el parásito no se transmite a través de la leche materna, ni por convivir, besar, abrazar o tener relaciones sexuales con personas que tienen Chagas.
Si bien la vía de transmisión vectorial, a través de la vinchuca, es la más conocida y se asocia a contextos rurales, de viviendas precarias o de adobe, y a la pobreza, Mariana Sanmartino -investigadora de Conicet en el Grupo de Didáctica de las Ciencias (IFLYSIB, La Plata) y coordinadora del grupo ¿De qué hablamos cuando hablamos de Chagas?", aseguró que "puede afectar a todas las personas por igual". Y continuó: "En este aspecto tenemos un montón de ejemplos de cómo opera el prejuicio porque aunque tenemos una ley que dice que hay que hacerle el análisis de Chagas durante el control de embarazo a todas las gestantes del país, tenemos un montón de anécdotas que dan cuenta de mujeres a quienes no se lo han hecho porque les dijeron que eran "de clase media" o porque no viven "en un rancho". Y la realidad es que mi abuela puede haberse infectado de Chagas, se lo pasó a mi mamá, ella a mí y yo puedo haber vivido toda la vida al lado del Obelisco y tener la infección".
Pero, además, la investigadora destacó que "hay un diagnóstico que es serológico (medición de anticuerpos en sangre), súper simple, que sirve para determinadas poblaciones como los adultos crónicos, y sin embargo, menos del 10% de la población con Chagas lo sabe; esto quiere decir que tenemos la herramienta diagnóstica pero la gente no accede".
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en Argentina hay aproximadamente siete millones de personas en riesgo de contagiarse, 1.600.000 ya infectados y entre 350 mil y 500 mil que ya desarrollaron cardiopatías vinculadas a la progresión de la enfermedad.
- Cómo se trata esta enfermedad
El tratamiento del Chagas generalmente incluye la combinación de dos antiparasitarios que, administrados en forma temprana, suelen ser curativos, mientras que en personas mayores contribuyen a retrasar el avance y las complicaciones de la enfermedad. Para aquellos que ya presentan afecciones cardíacas, se incorporan otras drogas al tratamiento, que actúan contra los síntomas, incluyendo eventualmente también la colocación de marcapasos u otros dispositivos para controlar el ritmo cardíaco e incluso distintas intervenciones quirúrgicas de acuerdo con las necesidades de cada caso en particular. Las complicaciones digestivas se tratan con modificaciones en la dieta y/o medicamentos corticoesteroides, entre otros.