El trastorno de la hipocondría, estar convencido de padecer una enfermedad grave por una mala interpretación de síntomas, se ha convertido en una enfermedad cada vez más arraigada, entre otros factores por el auge de internet. “La hipocondría o hipocondriasis se puede definir como un trastorno psiquiátrico que se caracteriza por una preocupación excesiva por padecer o llegar a padecer una enfermedad grave”, aseguró a la agencia EFE la psiquiatra mexicana Cristina Lóyzaga.
Aunque es una enfermedad de la cual se tiene conocimiento desde hace muchos años, la experta considera que el auge del internet ha hecho más visible este padecimiento.
“Antes del internet la búsqueda de información se hacía en bibliotecas, libros, revistas médicas. Ahora se accede a la información desde una computadora, pero los pacientes no tienen los elementos teóricos ni el juicio clínico para interpretarla”, reconoció Lóyzaga.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos dos de cada diez individuos con trastorno de ansiedad por enfermedad deciden automedicarse por los resultados de sus búsquedas en internet, lo que puede tener graves consecuencias en la salud.
Por este trastorno, las personas se sienten enfermas todo el tiempo, además de tener pensamientos fatales sobre su salud, e invertir tiempo y dinero en tratamientos. “Con este tipo de pensamientos aparecen otro tipo de ideas como, por ejemplo, tener una enfermedad y que nadie la detecte, sufrir un infarto y que nadie los ayude y tienen miedo a morir”, explica la experta.
La especialista del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRF) detalla que las personas hipocondríacas, que en su mayoría se ubican en el grupo de edad de entre 20 y 40 años, presentan una tensión que los lleva a sobreprotegerse.
Poco conocimiento
El principal problema con este trastorno es la dificultad del diagnóstico ya que existe gran ignorancia en el ámbito médico por lo que, en promedio, pasan siete años antes de que un paciente pueda ser diagnosticado. “A los pacientes no se les da una psicoeducación, una información adecuada para explicarles que lo que requieren es atención especializada”, dijo la psiquiatra Cristina Lóyzaga.
