Dentro del agua y hasta un metro por debajo se recibe el 100% de las radiaciones solares, mientras que la arena refleja el 30% y la nieve el 80% de las radiaciones, advirtió ayer la oncóloga Fabiana Marmissolle, exmiembro del Tribunal de Honor de la Sociedad de Cancerología de La Plata, con motivo del Día Mundial del Melanoma, el cáncer de piel más agresivo, que se conmemora cada 23 de mayo.
"El índice de radiación ultravioleta se desarrolló en un intento de alertar a la población sobre la época del año y los horarios de mayor exposición a la irradiación, que puede ser dañina y causar cambios irreversibles en nuestra piel", explicó a la agencia de noticias Télam Marmissolle, también jefa de Servicio del Hospital de día del Instituto Médico Platense.
La especialista, que aclaró que "ningún protector solar es resistente al agua", explicó que a largo plazo los rayos UV son absorbidos por el ADN celular y ocasionan daños genéticos, por lo que son el principal factor de riesgo para desarrollar cáncer cutáneo.
"Si bien se sabe que el tiempo de exposición sin riesgo es de 20 minutos, dependiendo por supuesto del tipo de piel, lo ideal es disminuir el tiempo de permanencia bajo el sol y evitar hacerlo entre las 10 y las 14", detalló.
Marmissolle recordó además que "usar un fotoprotector al menos con factor de protección solar 15 durante los primeros 18 años de vida puede reducir hasta un 78% el riesgo de cáncer cutáneo".
"El cáncer de piel se previene y se cura, pero hay signos que deben hacernos sospechar: manchas planas rosadas o rojizas, ásperas al tacto y que se vuelven cada vez más rugosas o escamosas y se ven especialmente en la cara, dorso de las manos, labio inferior y orejas", precisó.
La aparición de bultos en la piel que crecen de manera sostenida en el tiempo, lastimaduras que no cicatrizan, lunares que cambian de color, forma, pican o crecen más de seis milímetros o heridas sangrantes y costrosas que surgen sin traumatismo previo también son señales de alerta. Según la Sociedad Argentina de Dermatología, se diagnostican cada año en el país 1.400 casos de cáncer de piel, lapso en el que mueren unas 570 personas.