Desinfectar el hogar es fundamental para prevenir enfermedades. Y esta palabra no es sinónimo de limpiar. Una cosa es retirar la suciedad y otra, eliminar las bacterias y los virus que circulan por las superficies. Para llevar a cabo esta tarea, la lavandina es una aliada infaltable.

En una casa en la que vive una familia tipo, en general la entrada y salida de personas es continua. Eso implica un flujo constante de microorganismos que van y vienen. Uno de los integrantes del grupo puede contraer una infección, no tener síntomas, y, sin saberlo, contagiar a otro.

Para reducir los riesgos dentro del hogar es necesario seguir las normas sanitarias básicas. En principio, hay que lavarse las manos con frecuencia. En segundo lugar, limpiar y desinfectar las superficies en forma regular. Como ya se mencionó, las dos palabras no significan lo mismo. La limpieza solo remueve la suciedad de las superficies, mientras que la desinfección destruye los gérmenes allí presentes. Este último paso es clave para lograr un nivel adicional de protección contra los microbios. Para cumplir el objetivo, es importante revisar las etiquetas de los productos que se usen para asegurarse de que estos sean desinfectantes y estén registrados.

 

Cómo combatir el coronavirus y evitar el contagio

 

La lucha actual contra el coronavirus requiere que las medidas de protección se intensifiquen. El virus se transmite de persona a persona, al inhalar las gotitas expulsadas por la boca o nariz cuando alguien que está infectado tose o estornuda. O también, al tocar las superficies u objetos con presencia del virus y luego llevarse las manos a la boca, nariz u ojos. Los estudios realizados indican que el virus podría subsistir desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo variaría en función de las condiciones como tipo de superficie, temperatura o humedad del ambiente.

Al contrario de lo que se puede pensar, diversos estudios científicos realizados en nuestro país demuestran que los principales focos infecciosos en una casa no son los baños, sino la cocina. A esto se suman los objetos de uso corriente, que son fuentes permanentes de contagio ya que habitualmente no se limpian ni desinfectan adecuadamente. En este grupo se incluyen los juguetes, mochilas infantiles, interruptores de luz y picaportes.

Para algunos objetos es muy práctico usar toallitas desinfectantes. Ya vienen listas para retirar del envase de manera individual y sirven para todo.

 

La lavandina, una aliada esencial

 

La manera correcta de usar la lavandina es en una solución en la que se mezclen 240 ml del producto con 5 litros de agua. Es importante seguir las instrucciones de las etiquetas. En cuanto a la aplicación, la solución debe entrar en contacto con la superficie durante 5 minutos. Luego hay que enjuagar y secar. Para algunos objetos es muy práctico usar toallitas desinfectantes. Ya vienen listas para retirar del envase de manera individual y sirven para todo. Como primer paso hay que tomar una y pasarla por la superficie a desinfectar, que debe quedar húmeda durante 4 minutos. Después, solo hay que dejar que se seque. Para superficies muy sucias es recomendable limpiar primero. Mientras tanto, para los artículos que entran en contacto con alimentos o bocas, como mamaderas o juguetes, se debe enjuagar con agua tibia y dejar secar al aire. Hay que recordar que las toallitas deben desecharse después de su uso.

En la cocina es fundamental limpiar y desinfectar las mesadas, piletas y otras superficies antes, durante y después de la preparación de los alimentos, en especial cuando se cocina carne o aves. Es importante usar trapos o toallas que hayan sido previamente desinfectados.

En el baño se aconseja utilizar diariamente en todas las superficies soluciones con lavandina o desinfectantes para baño. Esta tarea se debe reforzar si alguien de la casa tiene una enfermedad gastrointestinal, respiratoria, como resfrío o gripe, etc.

Estudios científicos demuestran que los principales focos infecciosos en una casa no son los baños, sino la cocina.

La desinfección con lavandina debe hacerse no solamente en estos espacios sino también en todas las superficies del hogar. Los lugares más importantes son las mesitas de luz, los muebles del baño, los juguetes de los chicos, las manijas de las puertas, los interruptores de luz, los teléfonos, la manija de las heladeras y el grifo de la cocina. Las toallitas desinfectantes son muy útiles para limpiar dispositivos electrónicos de uso frecuente, como el mouse y el teclado de las computadoras, el teléfono y los controles remotos, por ejemplo.

La solución con lavandina se debe aplicar además en las áreas de recreación de los más chiquitos. Los juguetes, los pisos y alfombras infantiles de goma deben ser lavados y desinfectados. Mientras que los juguetes blandos pueden limpiarse en el lavarropas con productos desinfectantes.

Otra buena medida de precaución, además de la higiene, es no apoyar bolsos, maletines o mochilas en el escritorio, ya que podrían transportar un virus.

Por otra parte, para combatir el coronavirus es importante adquirir hábitos como cubrirse la boca con el codo flexionado al toser o estornudar, y mantener una distancia de al menos un metro con las personas que tosen o estornudan. Por último, hay que evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.

La limpieza es esencial para mantener el coronavirus y otros gérmenes alejados de nuestro hogar. En esa tarea, la lavandina es la mejor aliada.