Fumar marihuana aumenta el riesgo de que el coronavirus desarrolle una enfermedad grave en el organismo. Irrita la laringe, la tráquea, los bronquios y expone a los pulmones a una mayor vulnerabilidad ante el avance del COVID-19, afirman especialistas norteamericanos, que advierten no sólo a quienes consumen seguido, sino a los que fuman de manera ocasional.
“Fumar cannabis causa un cierto grado de inflamación en las vías respiratorias, muy similar a la bronquitis y muy similar al tipo de inflamación que puede causar fumar cigarrillos”, explica Albert Rizzo, neumólogo y director médico de la Asociación Estadounidense del Pulmón (American Lung Association), a CNN.
Esta inflamación sumada a una infección por este nuevo virus es un combo que potencia la posibilidad de “tener más complicaciones”.
El doctor Mitchell Glass, neumólogo y portavoz de esta asociación, afirma que fumar marihuana a diario, o de manera crónica, daña los pulmones durante un período de tiempo. “El resultado final se parece mucho a la bronquitis crónica, que es uno de los términos que usamos para la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, o Epoc”, describe.
Como anticipamos antes, una encuesta realizada a pacientes de China indicó que fumar cigarrillo aumenta 14 veces las probabilidades de sufrir consecuencias graves a las personas que se infectan con COVID-19.
De acuerdo a distintos estudios también las personas con otras enfermedades pulmonares crónicas, así como aquellos que tienen asma moderada a severa, se encuentran entre los que corren un alto riesgo de desarrollar la enfermedad con gravedad, según explica el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Glass indica que las señales del daño pulmonar generadas por fumar, incluso unos pocos cigarrillos, “pueden aparecer en cuestión de días”. Si bien uno o dos “golpes de marihuana” no se comparan, hay algunas propiedades únicas del cigarrillo de esta hierba que “definitivamente son problemáticas para los pulmones, incluso para los que son fumadores nuevos”.
El especialista describe que la marihuana arde a una temperatura más baja que el cigarrillo tradicional y que, debido a eso, la persona inhala una cierta cantidad de "material vegetal no quemado".
Esto genera una irritación en los pulmones. “Entonces, de inmediato, hay pacientes que serían cada vez más susceptibles a tener broncoespasmos o tos porque tienen una vía aérea más sensible”, explica el neumonólogo.
Esta tos seca que se suele generar al fumar marihuana podría imitar fácilmente uno de los síntomas principales del nuevo coronavirus, lo cual dificulta el diagnóstico.
“El COVID-19 es una enfermedad pulmonar”, afirma Glass y si esta persona debe asistir a una revisión médica por el motivo que sea, haber fumado sería una variable de confusión para el profesional en un contexto de pandemia en donde el tiempo vale oro.
“No deberías hacer nada que pueda confundir la capacidad de los trabajadores de la salud de hacer una evaluación rápida y precisa de lo que está sucediendo contigo”, agrega.