La polución ambiental, los aires acondicionados y la alta exposición a las pantallas son responsables del aumento de casos de ojo seco, que afecta a tres de cada diez personas y puede dañar "severamente" la córnea, advirtieron especialistas.
El síndrome de ojo seco se caracteriza por la alteración en la producción de lágrimas, lo que genera irritación, picazón y molestias al utilizar lentes de contacto. "El párpado está en permanente fricción con el ojo y esa fricción puede generar daño. Gráficamente podemos decir que el ojo funciona como el limpiaparabrisas de un auto: si lo encendés con el vidrio seco, te lo raya y lo arruina. Lo mismo ocurre con el párpado y la córnea: sin lubricación, el párpado la lastima", explicó el oftalmólogo Alejandro Aguilar.
El fundador y expresidente de la Sociedad Argentina de la Superficie Ocular (SASO) detalló que ese síndrome puede afectar hasta al 30 por ciento de la población y que "cada vez se ven más casos en el consultorio".
La exposición a un clima seco y ventoso, el humo y el aire acondicionado aceleran la evaporación de las lágrimas, por lo que evitar esas condiciones "reduce las chances de padecer ojo seco".
"Hace unos años hicimos un trabajo con guardaparques del Parque Nacional Los Glaciares y observamos que las lágrimas de esos individuos que estaban entre 8 y 11 horas al aire libre se rompían en entre 14 y 20 segundos, cuando en promedio una lágrima tarda en romperse unos 10 segundos", graficó Alejandro Berra, presidente de la SASO.
Señaló que una de las principales causas de ojo seco es la permanencia de más de cinco horas al día con la vista en la pantalla del celular, la computadora o el televisor. "Quienes están más tiempo frente a la pantalla, parpadean menos y las lágrimas se evaporan más rápido. Muchas veces, los dispositivos no están ergonómicamente ubicados ni están a la distancia adecuada", enumeró Berra.
Para quienes no pueden desentenderse de obligaciones que implican una importante cuota diaria de trabajo delante de la pantalla, especialistas recomiendan parpadear periódicamente al mirar la computadora, consejo que también vale para quienes pasan mucho tiempo leyendo o realizan tareas que demandan concentración visual. Asimismo, recomiendan usar lubricantes oculares cada seis u ocho horas durante la actividad laboral, descansar la vista cada 30 minutos y usar un tamaño de letra de entre 11 y 12 puntos. Télam