El 80% de los casos de rinitis alérgica aparece en la edad pediátrica, señaló la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (Aaaeic) y remarcó la toma de conciencia acerca del diagnóstico y tratamiento precoz en vísperas de la primavera, la estación con mayores concentraciones de alérgenos en el aire.
La rinitis alérgica es una enfermedad "muy común" tanto en niños como en adultos, que en Argentina afecta al 20% de la población y que en el 80% de los casos aparece en la edad pediátrica, indicó la Aaaeic. Además, precisó que el 35% de los chicos argentinos de entre 13 y 14 años padece rinitis alérgica (RA), la enfermedad alérgica más frecuente que afecta hasta a un 40% de la población mundial y está en aumento constante debido a factores como la contaminación ambiental, además de ocasionar, si no se controla bien, altos niveles de ausentismo laboral y escolar.
Las causas más frecuentes de esta afección son los alérgenos como ácaros del polvo doméstico, pólenes de diversas plantas, hongos, entre otros. A su vez, muchas de las personas con rinitis alérgica también padecen de asma bronquial, por lo que desde la asociación remarcaron la importancia de "tomar conciencia acerca del diagnóstico y tratamiento precoz".
Si bien durante la primavera se evidencian mayores concentraciones de polen de diversas plantas y hongos, la mayoría de las personas sufre trastornos nasales, oculares y/o bronquiales en toda época del año, sin distinción estacional ni geográfica. Por este motivo, desde la Aaaeic remarcaron que el primer paso es "tener un buen diagnóstico" para saber cuál es el polen que provoca la reacción alérgica.
Los síntomas de la rinitis alérgica son variados y pueden incluir secreciones nasales cristalinas y acuosas, nariz tapada, estornudos, picazón nasal, de ojos y oídos, lagrimeo, tos y falta de aire, en algunos individuos con alteración de la calidad de vida.
La polinosis, que es la manifestación de síntomas respiratorios y oculares generados por los pólenes, se debe a la polinización de algunos árboles (como ciprés, fresno, plátano), gramíneas (cynodon dactylon, lolium perenne, bromus) y hierbas-malezas (ambrosia, quenopodio).
Además, la presencia de ácaros (pequeños insectos microscópicos) que se encuentran en contacto con las personas casi de manera permanente, son también una de las causas más comunes de alergia respiratoria. Por este motivo, la asociación sugirió realizar estudios con especialistas en alergia e inmunología, que se centrarán en el conocimiento del o los agentes causantes y en su tratamiento, orientado tanto al control de los síntomas como de la enfermedad.
Cuando la rinitis se asocia al asma, se afecta notoriamente la salud de los pacientes, e incluso el subdiagnóstico o su inadecuado tratamiento pueden empeorar el asma existente. Otras enfermedades asociadas a la rinitis incluyen sinusitis, conjuntivitis, otitis media serosa, infecciones recurrentes de la vía aérea superior y trastornos del sueño. Y los hijos de padres alérgicos tienen mayores probabilidades de desarrollarla.
> Cómo tratarla y qué hacer para evitarla
La rinitis alérgica se puede tratar con antihistamínicos de segunda generación, corticoides y vacunas. Se recomienda limitar las actividades al aire libre en los días de alta presencia de polen, viajar con las ventanillas de vehículos cerradas, usar anteojos de sol para proteger la mucosa ocular, ventilar la casa en las horas de más bajas temperaturas -cuando los granos de polen no están presentes.