Los batidos y los licuados aportan vitaminas y ayudan a disminuir el hambre y la ansiedad. Saber cómo aprovechar la calidad nutricional de estos preparados de frutas y verduras puede mejorarnos el equilibrio nutricional y tener en cuenta las calorías que se ponen en juego ayuda.

“Los licuados son una sumatoria de frutas, leche o yogur. Si se busca bajar de peso, los lácteos seleccionados tienen que ser descremados o parcialmente descremados”, remarca Facundo Crescenzo, nutricionista y antropometrista (M.N. 6.769), al medio TN.

Las calorías consumidas serán la sumatoria del lácteo más las frutas, cuyo valor suele ser similar o superior al de los jugos. También vale aclarar que cuando se consumen las frutas en licuados, se ingiere la fruta en su totalidad, es decir con sus nutrientes, minerales y fibra. Con el jugo, en cambio, sólo se aprovecha el agua y el azúcar.

Estas preparaciones pueden formar parte de una estrategia atractiva para que los chicos consuman frutas. Y para que los adultos mayores reciban el aporte de fibra y se hidraten mejor.

Los licuados son aptos para un desayuno o una merienda, pero no deberían suplantar el almuerzo ni la cena.

El “clásico” de banana

La banana aporta ácido fólico, fibra, magnesio y vitaminas del complejo B. Esta fruta entre chica y mediana (120 gramos) aporta 120 calorías. La regla es fácil: cada 100 gramos, 100 calorías. Y también tiene una sustancia llamada fructooligosacáridos que facilita la digestión y el buen funcionamiento de los intestinos.

“Si bien la banana presenta una densidad calórica mayor que el común de las frutas, también genera mayor saciedad. Una banana disminuirá en mayor medida los niveles de apetito y, si nos ocupamos de elegirlas de un tamaño mediano o chico, no tenemos por qué preocuparnos”, plantea el nutricionista.

Opciones coloridas

Es la temporada ideal para aprovechar licuados con estas combinaciones:

1. Verdes: son batidos bajos en calorías que ayudan a perder peso y a depurar el organismo. Están dentro del grupo de los vegetales de hoja verde como el apio, las espinacas, las acelgas, la rúcula, la col kale, el brócoli y la lechuga. Se puede aportar jugo de limón o pomelo, kiwi, o manzana verde. Para endulzar, agrergarle stevia o azúcar mascabo.

2. Anaranjados: ayudan a prepararnos para el bronceado. Agregan vitaminas que mejoran la piel y la visión. Se pueden elegir vegetales como zanahorias, zapallo, jugo o pulpa de naranja, manzana roja. Si se lo quiere un poco más ácido, agregarle un chorrito de limón. Si se lo quiere hacer más dulce, sumarle durazno.

3. Blancos o amarillos: acá entran en juego frutas como banana, manzana, peras y ananá. Con agua o leches vegetales se logra mayor consistencia. Otro punto a favor: tienen potasio, ideal para combatir el hambre y reponer energías después de hacer deporte.

4. Rojos: antioxidantes. Se pueden preparar con arándanos, frutillas, moras y frambuesas, y con o sin jugo de naranjas. Si se quiere agregar volumen, se puede sumar banana. Y si se le quiere agregar un toque dulce, el jugo de manzana combina a la perfección.

5. Púrpura: con remolacha, jugo de naranja, limón, se puede agregar coliflor, repollo o apio. Son superrefrescantes y llenos de fibra, que estimula el sistema digestivo.

 

Fuente: TN