Científicos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) probaron con éxito en ratas de laboratorio una nueva droga que busca combatir la diabetes a través de la recuperación de las células dañadas para que vuelvan a producir insulina, la hormona encargada de regular la cantidad de glucosa en la sangre, informó esa alta casa de estudios.
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce, precisó un comunicado de la UNLP.
Investigadores del Centro de Endocrinología Experimental y Aplicada (Cenexa-UNLP-Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas-Conicet) de la Facultad de Ciencias Médicas platense probaron ya la nueva droga en ratas de laboratorio obteniendo los resultados esperados por los especialistas.
La nueva droga se trata de un péptido -un tipo de moléculas formadas por la unión de varios aminoácidos- que actúa a nivel del páncreas sobre las células beta, situadas en los islotes de Langerhans, que se alteran en la diabetes debido a una disminución de su cantidad y a una menor capacidad para secretar insulina.
Bárbara Maiztegui, integrante del equipo de científicos del Cenexa, explicó que "tras la aplicación de un péptido a las ratas durante un período de 10 días, a través de dos inyecciones diarias, se observó un incremento en la masa de las células beta pancreáticas encargadas de secretar insulina y un aumento de la angiogénesis; es decir, la formación de nuevos vasos o capilares que facilitan la proliferación de estas células beta".
La importancia de esta droga reside en su capacidad de aumentar la secreción de insulina y la cantidad de células beta del páncreas, recuperando las células dañadas en número y en función.
"La aplicación del fármaco en el organismo logra la recuperación fisiológica de las células alteradas", aseguraron los investigadores.
Flavio Francini, director del Cenexa y miembro del proyecto que estudia la identificación de nuevos agentes terapéuticos para el tratamiento de la diabetes, detalló que "el hígado es otro de los órganos que altera su función en esta patología, modificando su capacidad de almacenar glucosa y liberando más de lo normal".
"De acuerdo con los resultados obtenidos, los efectos sobre el hígado estarían en sintonía con la mejora observada en las células beta en la cantidad y en la calidad; es decir que podría contribuir a que el hígado, en esa situación patológica, recupere su funcionamiento normal y no contribuya a la hiperglucemia", apuntó Francini.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de diabéticos aumentó de 108 millones en 1980 a 422 millones en la actualidad.
En Argentina, una de cada 10 personas presentan diabetes o glucemia elevada, según datos de la Tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) realizada en 2013 en el país.
La prevalencia de la diabetes aumentó en el mundo debido al sedentarismo, el aumento del consumo de alimentos con alto contenido de grasas, azúcar y sodio y el crecimiento del sobrepeso y la obesidad.
Télam