Científicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de México desarrollaron un mecanismo para destruir las células del cáncer de mama sin dañar las que están sanas, a través de nanopartículas de oro (AuNP).
Los investigadores explicaron que las AuNP, que ya se usan para combatir el cáncer, provocan que la membrana plasmática de las células dañadas sea más áspera después de 12 horas de incubación, lo que se traduce en que puedan incorporar más partículas en este tiempo.
Estas esferas sólidas de oro pueden interactuar con las células enfermas y con las sanas, debido a que no están recubiertas, pero hasta ahora no se había encontrado la manera de que no atacaran a las sanas.
La importancia del hallazgo
“Lo que demostramos es que al relacionarse con las membranas de las enfermas cambian su superficie -topología- debido a que su membrana se vuelve altamente rugosa, en comparación con las no dañadas y, por tanto, la captación de partículas es mucho mayor”, explicó Carlos Lara Cruz, uno de los investigadores.
Este aumento genera que aquellas células afectadas “puedan captar mayor cantidad de nanoesferas de oro y, por tanto, sean destruidas con menor número de nanopartículas y de una manera más eficiente y específica” porque las no cancerosas no las incorporan ni cambian su rugosidad.
En el estudio se emplearon las AuNP de 20 nanómetros en tiempos hasta de una hora, midiéndose el efecto sobre la rugosidad de la membrana plasmática de células de carcinoma mamario humano y su incorporación al interior de las mismas. Las AuNP de 20 nanómetros van directamente hacia el núcleo de la célula cancerosa y al introducirse lo destruyen.
La clave: las nanopartículas
“Por lo que no es necesario otro tipo de sustancia química o algo parecido para exterminar el mal, además de que las nanopartículas que no se incorporan salen sin dejar efectos porque al oro el sistema no lo reconoce”, puntualizó Pablo Damián Matsumura, académico del Departamento de Biología de la Reproducción. Actualmente, hay medicamentos que incluso matan las células, sin embargo, el problema es la especificidad porque la aplicación de quimioterapia causa estragos en órganos de manera inespecífica y en ese sentido la indagación sienta las bases para la creación de sustancias que atacan las células del tumor de manera individual.
El doctor Javier Esteban Jiménez Salazar, especialista en expresión génica, marcadores y señalización molecular, estimó que estos aportes establecen los fundamentos para el desarrollo de tecnología en el futuro, sobre todo en el diseño de fármacos y la prevención de enfermedades del tipo.
En este caso se trata de la glándula mamaria, pero podría tener aplicación en otros carcinomas, por lo tanto “continuamos analizando marcadores específicos de células del tipo, asociándolas a las nanopartículas para combatirlas directamente”, dijo el especialista. El equipo coincidió en que el uso de nanopartículas es muy útil en el tratamiento contra el cáncer de mama, aunque aún falta mucho para llevarlo a la etapa clínica.