De La Nación
El reflujo gastroesofágico (RGE) también conocido como acidez, y es una de las enfermedades estomacales más comunes, una condición que se desarrolla “cuando el contenido de los jugos gástricos causa síntomas molestos y/o complicaciones”, comenta Mariana Patrón Farias, nutricionista y directora de Nutrim, una compañía dedicada a la salud gastrointestinal.
Se genera cuando el estómago segrega ácidos en exceso o bien cuando la mucosa no logra compensarlos y en este sentido, lo que se siente son los ácidos de los jugos gastrointestinales, “que se pueden manifestar en forma de ardor o quemazón en la zona detrás del esternón o como el retorno del contenido gástrico a la boca”, dice Patrón Farias.
Datos publicados por la agencia EFE, revelaron que, esta condición afecta aproximadamente al 40% de la población latinoamericana por lo menos una vez al mes, en tanto que, el 12 y el 20%, la padecen una vez por semana. Por otra parte, hay un 2% que la tiene de manera crónica, y en relación a la Argentina, estudios mostraron que afecta al 23% de la sociedad adulta, el equivalente a uno de cada cuatro personas.
Entre las posibles causas, Horacio Rubio, médico gastroenterólogo, expresidente de la Sociedad Interamericana de Endoscopía Digestiva explica que es el resultado de los hábitos que cada persona tiene en relación a la alimentación, al descanso y a la actividad física. “Los principales alimentos que producen este malestar son los dulces, los picantes, las grasas, las bebidas alcohólicas y el café”, dice el médico. Y entre las razones, se debe que contienen alta permanencia gástrica por lo que disminuyen la presión del esfínter esofágico inferior favoreciendo el pasaje de contenido ácido.
Por su parte, para los fumadores las noticias tampoco son alentadoras: “El fumar también baja la presión del esfínter esofágico inferior, en parte por la inspiración profunda o por la consecuente tos que se produce, en consecuencia, aumenta la presión intraabdominal y disminuye la secreción de bicarbonato salival, el encargado de neutralizar el ácido”, sostiene Patrón Farias.
Y si bien no es algo nuevo, se estima que esta enfermedad avanzó en los últimos 20 años debido a los cambios en el estilo de vida y las costumbres sociales. Así es como el médico destaca que esta patología también se la asocia de manera directa con el bienestar individual ya que, el estrés, la ansiedad y el sedentarismo son factores que no sólo potencian la molestia, sino que la fomentan. Es común tener que hacer almuerzos exprés y al paso durante la jornada laboral, sin mucho tiempo de pensar o planificar la comida, también puede pasar que no haya tiempo para ejercitar como corresponde y que la vorágine del día cause desequilibrio emocional.
En base a ello, Rubio insiste en que hay que estar atentos a la frecuencia de esta patología ya que, “se debe diferenciar entre algo ocasional y algo persistente. Cuando se da de manera reiterada, es fundamental consultar con un especialista porque puede ser que algo esté fallando”, señala el experto.
¿Qué personas están más predispuestas a sufrir acidez?
– Factores genéticos: la predisposición a sufrirlo aumenta si dentro del grupo familiar hay personas que padecen RGE.
– Obesidad: el exceso de grasa corporal es un factor que potencia los síntomas y sus complicaciones.
– Tabaquismo y alcohol: fumar y beber reducen la presión del esfínter inferior del esófago, permitiendo el ascenso -del ácido gástrico el cual tiene un efecto tóxico sobre la mucosa.
– Factores dietéticos: si bien no está del todo comprobado, las personas que consumen con mayor frecuencia alimentos tales como cítricos, té, café, chocolate, cebolla, picantes y menta, suelen presentar mayor predisposición a desarrollar los síntomas. A su vez, la ingesta de comidas con grasa y sal, contribuyen a manifestar la sensación de acidez, “debido a que son alimentos que tienen alta permanencia gástrica las que disminuyen la presión del esfínter esofágico inferior favoreciendo el pasaje de contenido ácido. Por su parte, estos alimentos aportan mucha energía la que favorece el aumento de peso, es decir, otro factor de riesgo”, dice la nutricionista.
– Ejercicio físico intenso: correr, pedalear y levantar pesas se suma a la lista de los factores de riesgo ya que, el rebote puede generar el reflujo de los ácidos.
¿Cuáles son los alimentos que ayudan a prevenir la acidez?
Patrón Farias y su equipo recomiendan diez alimentos esenciales que ayudan a prevenir la acidez. De todas formas, hace hincapié en la importancia de consultar con un experto en caso de ser necesario debido a que cada paciente tiene distinto requerimiento energético y tolerancia a los alimentos.
1- Pan blanco
Se recomienda que sea de estilo francés o lactal y que esté apenas tostado. Es ideal por su alto contenido en grasa, a diferencia del integral que contiene altos niveles de fibra, lo que enlentece la absorción en el estómago.
2- Carnes blancas
Entre ellas el pollo, preferentemente la pechuga como así también los pescados, principalmente la merluza y el lenguado, porque tienen pocos niveles de grasa y son de rápida digestión. Además, se sugiere cocinarlos de manera sencilla, lo más natural posible: hervidos o a la plancha para evitar ingerir las costras tostadas que suelen generar malestar.
3- Leche descremada
Este formato de bebida produce menos ácidos gástricos. Por su parte, se la debe consumir sola ya que, de esta manera apacigüa los posibles síntomas de la acidez.
4- Arroz
Debe ser arroz blanco y estar bien cocido, es decir, que no esté al dente. El conjunto de almidones que lo componen, hace que se digiera de manera fácil. Además, sus fibras actúan como un protector estomacal.
5- Zanahoria
Contienen alto contenido en fibras y, sales y minerales tales como potasio, sodio, cloro y vitaminas del complejo B que ayudan a moderar las molestias estomacales. Lo ideal es consumirlas cocidas o ralladas.
6- Calabaza
Se recomienda consumirla hervida, sin cáscara ni semillas. Entre sus cualidades se encuentran las fibras, que ayudan a acelerar la digestión y neutraliza el efecto de los jugos gástricos.
7- Banana madura
Sin cáscara ni hilos. Cuanto más madura y dulce, mejor se digiere a que si estuviera verde. Por su parte, además, de ser rica en fibra y potasio, contiene características alcalinizantes que genera que se neutralicen los ácidos.
8- Ricota
En lo posible magra. Es clave ya que, no contiene grasa, uno de los factores que potencian la sensación de ardor. Se la puede consumir sola o en comidas.
9- Huevos
Sus componentes y el hecho de que no contenga grasas, ayudan a proteger el estómago de los jugos gástricos y neutraliza la sensación de ardor. Se sugiere consumirlo de manera hervida para que se conserven sus propiedades.
10- Fideos
Al igual que el arroz, contiene una amplia cantidad de almidones y fibras que además de proteger el estómago son fáciles de digerir. Se recomienda consumirlos bien cocidos y evitar agregarle alimentos extra, como por ejemplo una salsa.
Fuente: La Nación