El mal de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo y altamente invalidante que afecta a más de 7 millones de personas en el mundo, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud. Aún carece de cura, quedando los actuales tratamientos restringidos al alivio de los síntomas, como pueden ser la lentitud, la rigidez muscular o los temblores, entre los problemas motrices que provoca.
 

Conforme pasa el tiempo, cientos de investigaciones científicas se ponen a prueba en búsqueda de una solución definitiva. Ahora parece que la respuesta podría estar en un fármaco experimental diseñado inicialmente para la diabetes tipo 2, ya que demostró ser capaz de detener el deterioro. La nueva terapia consiste en tratar la enfermedad subyacente y enlentecer su progresión.
 

 

El estudio a cargo de científicos del Instituto de Investigación Van Andel en Grand Rapids (EEUU) reveló que el compuesto llamado MSDC-0160 es capaz de preservar la función cerebral, algo que hasta ahora los tratamientos contra esta patología no habían podido lograr, ya que se centraban más en el abordaje de los síntomas.
 

La investigación, publicada en la revista Science Translational Medicine, confirmó la efectividad tras probarlos en animales. Los especialistas ya anunciaron la inminente puesta en marcha del primer ensayo clínico con seres humanos para evaluar la eficacia de esta nueva molécula.
 

El MSDC-0160 parece regular la función mitocondrial en las células cerebrales y restaurar la capacidad de las células para convertir los nutrientes básicos en energía. Como consecuencia, la capacidad de las células para manejar las proteínas potencialmente dañinas se normaliza, lo que conduce a una reducción de la inflamación y a una menor mortalidad de las células nerviosas.