Una investigación que se publicó en el British Journal of Sports Medicine (BJSM) reveló cuánto ejercicio es necesario para compensar todo un día en que se estuvo sentado.
Los trabajos de oficina, las secretarias, las recepcionistas, los oficiales de peajes, los cajeros de supermercados o de bancos, los trabajos de ejecutivos y los choferes necesitan establecer pausas activas para que el cuerpo no se acostumbre al sedentarismo y faciliten enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y la obesidad.
“Las pautas de actividad física recientemente actualizadas del Reino Unido, los Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud recomiendan que los adultos participen en actividad física durante 150-300 minutos de intensidad al menos moderada cada semana. También afirman que las personas deben moverse más y sentarse menos durante el día, y que cualquier actividad es mejor que ninguna”, se menciona en el apartado “Comparación con estudios previos”.
Qué pasa cuando estamos mucho tiempo sentados
El trabajo se basa en un análisis estadístico de nueve estudios anteriores, en el que participó un total de 44.370 personas en cuatro países diferentes que usaban algún tipo de rastreador de ejercicios.
En general, los adultos que realizaron de 150 a 299 minutos por semana de actividad moderada y al menos 150 minutos por semana de actividad vigorosa tuvieron el menor riesgo de mortalidad.
Hay que resaltar la validez de los datos porque no se obtuvieron por encuestas, sino que se extrajeron estadísticas de dispositivos portátiles para conseguir una mayor exactitud en los informes, sin caer en sesgos.
“En los individuos activos que realizan entre 30 y 40 minutos de actividad física de intensidad moderada a vigorosa, la asociación entre un alto tiempo sedentario y el riesgo de muerte no es significativamente diferente de aquellos con una baja cantidad de tiempo sedentario”, dice el estudio.
En otras palabras, hacer algunas actividades razonablemente intensivas -ciclismo o caminar a buen ritmo- puede reducir el riesgo de una muerte temprana.
El estudio llega junto con la publicación de la Organización Mundial de la Salud 2020 Directrices Mundiales sobre Actividad Física y Comportamiento Sedentario, reunidas por 40 científicos en seis continentes. El British Journal of Sports Medicine (BHSM) presentó una edición especial para llevar tanto el nuevo estudio como las nuevas directrices.
“Estas directrices son muy oportunas, dado que estamos en medio de una pandemia que ha confinado a las personas en interiores durante largos períodos y ha fomentado un aumento del comportamiento sedentario”, dice Emmanuel Stamatakis, investigador de actividad física y salud de la población de la Universidad de Sidney en Australia.
“La gente todavía puede proteger su salud y compensar los efectos nocivos de la inactividad física”, dice Stamatakis, que no participó en el estudio, pero es el coeditor del BJSM. “Como subrayan estas pautas, toda la actividad física cuenta y cualquier cantidad de ella es mejor que ninguna”.