Buenos Aires, 24 de febrero.- “Esto va a ser como el Fútbol para Todos”, dice la fuente de El Trece, en tono resignado y resguardando el anonimato. En verdad, si de ser específicos se trata, para el Grupo Clarín sería como cuando perdió la exclusividad de la transmisión deportiva, pero también como cuando Cristóbal López le birló al mayor rating que tenían en Radio Mitre, Chiche Gelblung. En esta oportunidad, el empresario del juego, del petróleo, de los medios y vaya uno a saber qué más, le arrebatará, casi con seguridad, el as de espadas de El Trece. En el orden del ajedrez, el Grupo Clarín perdió, entonces, primero en el cable, luego en la radio y ahora en la televisión abierta. Si se da.

La última oportunidad. Mañana por la noche –y no el martes– Marcelo Tinelli se reunirá con Lucio Pagliaro y Adrián Suar. Según pudo averiguar PERFIL en las últimas horas, en la oferta de El Trece habrá una suma importante de dinero, muchas más horas de pantalla y cederán en que el contrato sea de sólo dos años, entre otros beneficios que están dispuestos a otorgarle con tal de retenerlo.

Adrián Suar no piensa en darle la silla de programador de la emisora. En otras palabras: le van a ofrecer todo menos el sillón de Suar. Por las condiciones contractuales, vencidas el 31 de diciembre, entre Tinelli y el Grupo Clarín, el conductor está obligado a escuchar la oferta de Pagliaro y compañía, pues si igualaran la oferta de Cristóbal López poseen prioridad. Lo que no especifica el contrato es cuán difícil podría el Grupo Clarín hacerle la venta de su 30%.

Lo dan por hecho. Desde Ideas del Sur insisten en que se trata de una diferencia puramente contractual, económica, y que Tinelli aún no tomó la última decisión. En sus palabras, “gana quien realice la mejor oferta”. De hecho, al portal Rating Cero –de Gelblung, empleado de Cristóbal López–, Tinelli le dijo que aún no lo había definido.

Mientras tanto, desde la emisora de las pelotas, deslizan que la decisión de Tinelli ya está tomada, que la reunión con el Grupo Clarín es una mera formalidad para no irse en tan malos términos y que el martes mismo terminaría por firmar con Tomás Yankelevich los respectivos contratos con Telefe. Otra fuente develó que la oferta inicial del multimillonario kirchnerista no fue en los últimos meses, sino hace dos años, período en el cual no habría cesado de intentar acercarse a Tinelli y en el que consiguió materializar que fuese el rostro de su petrolera Oil.

Quienes conocen al conductor/productor saben que no es de tomar decisiones impulsivas. Un allegado le informó a PERFIL que el inicio de la “mala onda” entre Tinelli y Suar estalló cuando el programador levantó en 2012 el Soñando por Cantar que conducía Mariano Iúdica y medía bien de rating para reemplazarlo por la tira de Pol-Ka Lobo, protagónico de Gonzalo Heredia que significó un fracaso estrepitoso de audiencia y con el cual comenzó el declive de mediciones para El Trece –hasta entonces, le habían ganado dos años seguidos a Telefe–. Desde entonces, nada volvió a ser igual. De hecho, el debut de ShowMatch, tradicionalmente en abril o mayo, fue retrasado por el mismo Tinelli hasta junio, cuando el año de rating de El Trece ya estaba jugado.

Luego, Ideas del Sur comenzó a producir Soñando por Bailar, realizó incluso castings en el interior del país, contaba con un espacio físico donde desarrollar el reality show y, de buenas a primeras, las autoridades de El Trece le avisaron que el programa no saldría al aire porque había optado por el formato de El artista del Año, con Mariana Fabbiani y con otra productora. Otro fracaso de rating. A esto se agregó, como para terminar de enturbiar la relación, en noviembre, la insistencia del programador para que los conductores del ciclo vespertino de Ideas del Sur no continuaran siendo José María Listorti y Denise Dumas –dos personas del riñón tinellista– y la reincidente sugerencia para que la conductora fuera Florencia Peña. Resultado: la actriz no funcionó, el rating jamás fue lo que se esperaba y terminó por renunciar al aire.

No soy de aquí, ni soy de allá. El 3 de septiembre pasado, Cristina Kirchner realizó una cadena nacional en el prime time que se extendió tanto que al final Marcelo Tinelli decidió levantar la transmisión de ShowMatch. “Por supuesto, pensé en poner al día siguiente a Fátima Florez o Martín Bossi imitando a Cristina y copándome el programa; yo sé que hubiera conseguido cincuenta puntos de rating y el canal me hubiera dado el OK para hacerlo, pero… ¿vos sabés el quilombo en el que me metía?”, confesó Tinelli entonces; “yo en la política o en la guerra Clarín-Gobierno no me meto: tengo tantos amigos y enemigos dentro del Gobierno como dentro del Grupo Clarín”.

De una forma u otra, Tinelli se las ha ido ingeniando para no terminar de jugarse por uno u otro bando. Pudo ir al velatorio de Néstor Kirchner y abrazar a Cristina mientras estaba al aire en El Trece, pero también, y por propia voluntad, realizó un duro e inusitado editorial político en ShowMatch el 13 de septiembre mientras las calles eran copadas por la población. A dos aguas.