El 8 de septiembre de 2012, la hija que tuvo con Benjamín Vicuña, Blanca, murió tras hacerle frente a dos bacterias que le provocaron una septicemia generalizada luego de unas vacaciones en Cancún. Su mamá, Pampita, quedó devastada. Volvió a ponerse de pie por los otros hijos que tiene junto al actor. Hoy, sin hacer referencia al fallecimiento de la niña, la modelo reflexionó sobre cómo los golpes que le dio la vida la moldearon.

 

“Siempre voy a ser mi mejor versión. Cada año soy mejor que el anterior porque aprendí algo que me sirvió, que quedó en mi interior. Estoy atenta a cómo cada cosa influyó en mi vida. Cada cosa, lo bueno y lo malo. Me gusta haber atravesado por tantas cosas. Te da sabiduría pasar por momentos buenos y malos”, expresó Carolina.

 


 

Sincera, Pampita contó que esta segura de que, pase lo que le pase, va a volver a ponerse de pie. Pudo hacerle frente a lo peor que le podría haber pasado, no duda en su capacidad de infinita resilencia. Además, sus tres varones le dan la fuerza que necesita para superar cualquier obstáculo que se le presente.

 

“Si hubiera sido todo bueno, tal vez el ego, la soberbia, un montón de cosas feas estarían en mí. Pero esto de fracasar, de empezar de nuevo, de volver, eso te da sabiduría. Yo sé que pase lo que pase, me voy a volver a levantar. Pase lo que pase, mañana me levanto y vuelvo a criar a mis hijos. Es como que ya sé cómo es esto de la vida. Te caes, te levantás y lo volvés a hacer. Y cada vez lo hacés mejor”, cerró.