Buenos Aires, 9 de mayo.- El Rey del Rock’n Roll no sólo no está vivo, como muchos afirman, sino que el mítico cantante tuvo una muerte poco glamurosa. Su médico particular dio a conocer que no fue un paro cardíaco lo que terminó con su vida y dijo que si hubiera aceptado el tratamiento "probablemente todavía estaría aquí". Enterate la causa en esta nota.
El gran Elvis Presley fue el creador de un estilo que contagió a miles de personas alrededor del mundo, pero su muerte estuvo muy alejada del glamour de los escenarios.
Su médico particular, George Nick Nichopoulos, reconoció que el cantante no murió de fallo cardíaco, sino de un estreñimiento crónico severo que podría haberse tratado con una operación, pero que él la rechazó someterse.
En una entrevista para el canal Fox News, Nick ha explicado que Elvis sufría una dolencia hereditaria llamada parálisis del intestino que podía haberse tratado con cirugía, pero fue el propio Presley quien se negó a pasar por el quirófano.
Así, los médicos intentaron tratarle por otras vías pero no pudieron frenar el avance de la enfermedad. "Elvis se sentía avergonzado, tenía accidentes en el escenario. Tenía que ir a cambiarse de ropa y volver debido a los tratamientos que aplicábamos para tratar su estreñimiento", afirma Nick.
El doctor Nichopoulos, quien estaba con el cantante cuando murió -se encontraba en el indoro- está convencido de que "si se le hubiera hecho una colostomía, Elvis probablemente todavía estaría aquí"; y ha publicado un libro para explicar la evolución de la enfermedad del cantante.
La obra se llama El Rey y el doctor Nick y en ella el médico cuenta los detalles de su relación con Elvis y el tratamiento de su dolencia, incluso más allá del fallecimiento del cantante: "No nos dimos cuenta hasta la autopsia de que su estreñimiento fuera tan grave".